Gojira: The Way Of All Flesh

Quien iba a decirles a los hermanos Duplantier hace algo más de diez años, que su banda de metal procedente de Francia iba a tener el reconocimiento que tienen ahora…Pocos, muy pocos. Por no decir nadie, excepto ellos. Sea como fuere, GOJIRA se han mostrado con el paso de los años como un referente de la música extrema a este lado del charco, mejorando y superándose a cada disco. Y con ‘The Way of All Flesh’ van un paso más allá en sus intenciones. 

Si hay algo que pueda definir a este cuarteto francés es constancia; en todos los aspectos. Desde su formación en 1996, y pocos grupos pueden hoy en día decir lo mismo, han tenido la misma formación: a los hermanos Duplantier se les añaden Christian Andreu como guitarra y Jean-Michel Labadie al bajo. Si con sus primeras obras poco a poco se hicieron un nombre y se iba tratando de un grupo de culto, con ‘From Mars To Sirius’ se hicieron una realidad palpable. No es de extrañar las buenas críticas cosechadas por la banda, incluso por compañeros del rollo; incluso Randy Blythe, de LAMB OF GOD colabora en un tema. Y el hecho de telonear a IN FLAMES por Europa y EEUU, no hará más que captar más atención y nuevos seguidores en un grupo al alza. 

Alguna duda hubo cuando Max Cavalera anunciaba la incoporación de Joe Duplantier como parte de su nuevo proyecto con Igor, CAVALERA CONSPIRACY. Adoptando el papel de bajista junto a los hermanísimos, se dudaba cual sería la importancia de dicha banda en relación a GOJIRA. Pero al poco de su debut discográfico, Joe Duplantier dejaría de lado la gira planeada para centrarse en su propia banda. Y el resultado ha sido del todo sobresaliente. Agónicos, inquietantes, amenazadores, complejos, caóticos… Elementos thrasher, death, progresivos… Sus composiciones a veces se convierten en una experiencia cercana a la de quedarse perdido en un laberinto sin salida. 

Desconociendo el dato de si se trata o no de un disco conceptual, lo que sí parece es estar concebido como una sola pieza, al estilo ‘Crimson’ de EDGE OF SANITY. No importa que el disco vaya más allá de la hora de duración, y que algunos cortes pasen de los seis minutos; la escucha se hace fácil a quien le guste este tipo de música. ‘Oroborus’ enlaza a la perfección con la sofocante y compleja ‘Toxic Garbage Island’, en lo que parece el inicio de un puzzle en el que solo los autores saben desde el principio como encajan las piezas. ‘A Sight to Behold’ se desmarca como una curiosidad, con arreglos robóticos a las voces, que pronto son dejados atrás por la agonía de ‘Yama’s Messengers’. No dejan más de dos minutos para coger aire con el interludio ‘The Silver Cord’, para de nuevo intentar provocar angustia en ‘Adoration for None’. Uno de los momentos álgidos del disco es la parte central, con ‘All the Tears’ y ‘The Art of Dying’, la primera más rápida y directa en su mayor parte, y la segunda más compleja y con acercamientos al progresivo de manera extrema. Con ‘Esoteric Surgery’ uno parece tener la sensación de escuchar un tema ya conocido en la banda, con la característica batería a piñón fijo de Mario Duplantier, que no aparta sus pies del doble bombo hasta llegar a ‘Vacuity’, mucho más pesada, densa y lenta. 

Para el final se dejan ‘Wolf Down the Earth’, otro tema largo y de estructura variada y laberíntica, y el tema que da título a esta monstruosidad, ‘The Way of All Flesh’, tema que según avanza se va haciendo más pausado. Y es que después de tanta caña en algún momento tenían que parar. Sobresaliente continuación de ‘From Mars To Sirius’, y una manera espectacular de darse a conocer a grandes audiencias.