Ayreon: The Theater Equation

«The Human Equation» es, probablemente, el álbum que más veces haya escuchado en mi vida junto a «The Wall» de Pink Floyd y os debo decir que, al igual que con el segundo, se me hace difícil escucharlo sin ver toda una serie de imágenes y escenas desfilar por mi imaginación. Desde la primera vez que la gran obra de Arjen Lucassen fue a parar a mis oídos había fantaseado con una interpretación en vivo de la mayor ópera metal que se haya escrito jamás, y os aseguro que cuando se anunciaron los shows que captura este álbum en directo no tardé un segundo en tomar la determinación de ir a presenciarlo en directo pese a todavía faltar año y medio para su ejecución.

«The Theater Equation» captura la mastodóntica puesta en escena del álbum que se llevó acabo los días 18, 19 y 20 de septiembre en 4 funciones sold out que tuvieron lugar en el Nieuwe Luxor Theater de Holanda. El doble CD y DVD contiene una de esas funciones al completo, en las que se interpretaron el disco al completo en vivo poniendo especial énfasis a su narrativa y no sólo a su música. De hecho, una de las mayores diferencias entre esta versión en directo y la original de estudio es que contiene, además de interludios extra con reprises de motivos musicales a cappella por cortesía de un coro internacional de 19 vocalistas, diálogos entre los personajes destinados a aclarar y fortalecer la narración en directo.

La calidad del vídeo del concierto en DVD es realmente baja (algo que lamento profundamente), y simplemente queda relegado a un papel testimonial. El trabajo de distribución de espacios y representación de las escenas fue magnífico, aunque la necesidad de concentración y aprovechamiento de los mismos llevase a cierto caos visual acentuado por las dispares y variopintas vestimentas de los personajes. Las actuaciones y gesticulaciones de los cantantes en algunos momentos flaquearon, puesto que todos son cantantes de bandas y no tienen por qué tener grandes dotes de actores, pero lo cierto es que se mantuvo un nivel bastante decente teniendo en cuenta este hándicap.

Pese a tener un gran peso, el apartado visual no fue lo que más hizo de estos conciertos unas actuaciones a recordar que nos pusieron la piel de gallina canción tras canción, sino una increíble interpretación musical tanto por una banda en la que no se escatimó en instrumentos para interpretar cada uno de los sonidos del álbum en vivo (la banda incluía vientos, cello, violín, dos teclados, dos guitarras, bajo y batería) y que clavó cada uno de los ritmos y melodías que tanto nos hicieron vibrar, como especialmente las interpretaciones vocales de un cast que estuvo a la altura de las circunstancias.

Todos y cada uno de los cantantes bordaron su papel (quizá Devon Graves fue quien más flaqueó, pero aun así hizo una buena interpretación), pero merecen especial mención James LaBrie (quien más preocupaba), que demostró de una forma brutalmente sorprendente un estado de forma envidiable cantando a la perfección las líneas del que probablemente sea uno de sus mejores álbumes como vocalista, Irene Jansen por su desgarradora potencia en muchas de líneas más difíciles del álbum, Anneke Van Giersbergen por darle un giro de tuerca magistral al papel de Miedo originalmente interpretado por un cantante tan distinto a ella como Mikael Åkerfeldt, Wudstik por tomar el difícil rol de sustituir al mismísimo Arjen y acabar siendo uno de los intérpretes que más brillaron y Mike Mills por saber combinar a Rabia y Padre sin caer en imitar a ninguno de sus cantantes originales.

Afortunadamente, la calidad del audio es diametralmente opuesta a la del vídeo y podemos disfrutar de todas esas maravillas al 100%, porque lo cierto es que si para los que estuvimos allí es escuchar esta grabación y que se nos pongan los pelos como escarpias de recordar aquel par de horas tan mágicas, creo que también para los que no tuvieran oportunidad y se encuentren con semejante maravilla de nuevas se ha conservado de una forma extraordinaria toda la pasión y sentimiento que había en el Nieuwe Luxor aquellos inolvidables días. Un directo simplemente esencial.