Disbelief: The Symbol of Death

Los alemanes afincados en Hesse vuelven después de diez años practicando su death metal de tintes melancólicos. Ha llovido mucho desde “Heal” o de los tiempos en los que llegaron a estar en la todopoderosa Nuclear Blast, pero el señor Jagger sigue teniendo mucho que ofrecernos todavía.

Los alemanes afincados en Hesse vuelven después de diez años practicando su death metal de tintes melancólicos. Ha llovido mucho desde “Heal” o de los tiempos en los que llegaron a estar en la todopoderosa Nuclear Blast, pero el señor Jagger sigue teniendo mucho que ofrecernos todavía. Las novedades en la formación son Alexander Hagenauer en la guitarra aportando un plus técnico y la contundente pegada de Sandro Schulze a la batería. Velocidades medias en las que desarrollan sus pesados riffs, se adornan unas composiciones en las que te sumergen en tinieblas y en las que hay algo de aura gótica y pesada con destellos doom. Pero de todas formas sigue siendo el death metal primigenio lo que más brilla en el disco. Inician etapa con Listenable Records y parece ser que vuelven a estar más en forma que nunca.

El disco se inicia con un prolongado silencio para asaltar un “Full of Terrors”, marca de la casa, destacando guturalidades, riffs pesados y contundencia en la base rítmica. Han añadido unas pistas de fondo en las que parece sonar un megáfono consiguiendo un inicio realmente espectacular. El bajo inquietante de Joe Trunk abre “The Unsuspecting One” para volver a los caminos que mejor transitan. Hay grandes detalles de guitarra adornando los riffs de base, y la verdad es que la voz de Jagger va como anillo al dedo a su death contundente, pero con muchos destellos técnicos. Juegos de coros y todo ello bañado en una aura oscura y perturbadora. “The Symbol of Death” da título al disco y es de lo más accesible de la obra a pesar de ser todo un trallazo de su estilo favorito. Hay algunas partes con voces más limpias en el disco y muchos riffs melódicos que demuestran que el éxito de grupos como Amon Amarth no les son ajenos. “Embrace the Blaze” cumple su cometido con esas guitarras marca de la casa y una guitarra que se marca un solo tremendamente melódico.

Quizá el disco peca algo de linealidad compositiva ya que a pesar de la calidad los temas poseen demasiados elementos comunes, aunque en “To Defy Control” no se cortan a la hora de meter elementos de metal sludge combinándolos con su toque oscuro. La voz de Jagger suena más profunda que en el resto de cortes. Agonía, dolor y velocidad en “Rest in Peace” acercándose sin complejos al thrash metal con excelentes resultados a base de riff incendiario y una locomotora como base rítmica. Por contra en “Evil Ghost” hay cierto aire a Black metal sin teclados, especialmente por la línea vocal. Guitarras dominantes y machaconas en “Nothing to Heal” y repetición de esquemas en “The Circle”. Para el final guardan su tema más corto y el más largo. La primera es “Into Glory Ride”, quizá la más experimental del disco con acelerón incluido. La segunda, “Shattered” se enfila hasta los siete minutos siendo el tema más trabajado y variado. Terminan con una pausada outro titulada “Anthem for the Doomed”.

Son veteranos en el negocio, habiendo estado en activo desde 1990, hecho que les permite un poco hacer lo que quieran sin buscar modas ni tener ninguna presión. “The Symbol of Death” no cambiará nada pero sí reafirma que Disbelief son auténticos y van a lo suyo. Estarán este verano en varios festivales europeos para demostrar que siguen en pie y son capaces de volver a prender fuego a los escenarios. Buena entrega capaz de mantener el nombre de Disbelief y de dar otro paso más para un combo que parecía desaparecido. Los amantes del death metal tienen una escucha obligada con este potente y brutal “The Symbol of Death”.