The Sunny Side Of The Moon : The Best Of Richard Cheese

Lo reconozco, soy masoca, me va la marcha. Sólo así puede explicarse que elija
este tipo de discos para hacer las críticas. Por otro lado, de todo tiene que
haber en la viña del Señor, porque sólo así puede explicarse también que existan
personajes como este tal Ricardo Quesitos, que parece fruto de una mala digestión.

¿Que quién es Richard Cheese? Pues para empezar es un pavo con muy poca vergüenza.
Aparte de eso, se dedica a sacar discos con versiones de clásicos del rock,
heavy y rap, pero en versión big band, con su contrabajo, su sección de viento,
su pianito y su batería con escobillas. Son de esas cosas que uno tiene que
oír para hacerse una idea, o para hacerse a la idea de que lo que uno oye es
de verdad y no efecto del Cola-Cao esnifado.

Eso sí, lo que no se le puede negar a este tío es que todo se la trae floja.
A su puñetera bola y más chulo que un ocho, con una horrible chaqueta que parece
de piel de tigre y soltando “motherfuckers”, “satans” y “fucks” con total naturalidad,
como quien canta el “New York, New York”. ¿Quién dijo que todo estaba inventado
en el mundo de la música? Este tío es un auténtico revolucionario musical,
un gurú, nada más y nada menos que el inventor del Sinatra-metal. Con dos cojones,
y olé.

Dándole un repaso al tracklist del disco, la lista de canciones profanadas
es larga. Empezando por el “Rape Me” de NIRVANA, el “People Equal Shit” de
SLIPKNOT (momento particularmente grotesco), el “Girls, Girls, Girls” de MÖTLEY
CRUE o “Come Out And Play” de OFFSPRING, por decir sólo algunas. Hasta 18 atentados
musicales perpetrados por este simpático cachondo que está para que lo encierren.

Eso sí, si eres aficionado al lounge, te gusta el estilo de música que practica
este Richie Philadelphia y no conoces las versiones previas, puede que hasta
disfrutes el disco. Claro, que en ese caso, no sé qué haces visitando esta
página. Métete mejor en www.iloverichardcheese.com. Y el
nombre no es coña.

Un auténtico freaky, de lo que podrían salir en el programa de Sardá o en
el de Quintero. No sé si llamarlo impresentable. Mejor que se presente él mismo,
como hace en el principio de “Sunday Bloody Sunday”: “Unou, dous, trwes, catourse,
hola señouritas y señoures, mi llamo Ricardo Quesou”. Amén.