Halestorm: The Strange Case Of…

El extraño caso de… HALESTORM. O cómo un grupo relativamente desconocido hace tres años con su debut ha tenido un ascenso meteórico (y merecido) de cara a su segunda obra. Lzzy Hale se ha ganado por méritos propios su inclusión entre las mejores voces rockeras actuales, y eso ha llevado a su grupo a estar situado en una división superior para girar con bandas como STONE SOUR, AVENGED SEVENFOLD, SHINEDOWN, STAIND o GODSMACK.

Por aquí aún les queda camino que recorrer, pero están en la senda adecuada para hacerlo. En su momento, como nexo de unión hacia este segundo disco publicaron un dvd en directo y llamaron bastante la atención con un EP de seis canciones donde versionaban a artistas de distintos estilos, y donde sobre las demás destacaba una portentosa versión de ‘Slave to Grind’ de SKID ROW; a ella me remito para relacionar la frase del primer párrafo para explicar por qué la señorita Hale se encuentra entre las voces más destacadas del panorama. No es de extrañar que ADRENALINE MOB recurrieran a ella para colaborar en su disco (ya lo había hecho con otras bandas, como los citados SHINEDOWN).

Eso fue el puente, porque como anticipo a este álbum lanzaron otro EP con cuatro de las canciones que formarían parte de él, siendo ‘Love Bites (So Do I)’ el single de adelanto con vídeo incluido, heredero claro de su lado más rockero y cercano al ex-grupo de Sebastian Bach. Una canción enérgica, dinámica, con pegada, y donde de nuevo la voz es la que lleva el peso, con un puente más cercano al metal que al rock. Junto a ella, el ritmo simple y pegadizo de ‘Daughters Of Darkness’ que está claramente enfocada a los directos, la ilustrativa ‘Rock Show’, donde el título lo dice todo (y la letra lo amplia, poniéndonos en la piel de una persona en un concierto con todas las situaciones posibles), y la semiacústica ‘Here»s To Us’, que cerraba tanto el EP como el disco entero; comercial e ideal para mostrar su lado más pausado.

¿Eran esas cuatro canciones un reflejo de lo que encontrábamos en las otras ocho? Pues en líneas generales sí, ya que amplían un poco cada una de las facetas de la banda. Las más directas son ‘Freak Like Me’ (donde de nuevo Lzzy demuestra su poderío gritando), la machacona ‘You Call Me A Bitch Like It»s A Bad Thing’ o ‘You Call Me A Bitch Like It»s A Bad Thing’; ninguna llega a la rapidez del tema de apertura, pero son las más cercanas. ‘American Boys’ tiene todas las características para ser single por su melodía pegadiza, al igual que ‘I Miss The Misery’, cuyo ritmo recuerda en algunos momentos al de ‘Boulevard of the Broken Dreams’ de GREENDAY.

En el otro lado de la balanza, los temas más lentos, que además se encuentran seguidos; no hubiera estado de más repartirlos de otra manera, porque al encontrarse justo en la parte intermedia, según el oyente pueden llegar a romper el ritmo. ‘Beautiful With You’ es un medio tiempo típico, ‘In Your Room’ tiene un aire más melancólico, y ‘Break In’ es una balada en toda regla donde la voz sólo se ve acompañada del piano. Un disco equilibrado buscando encontrar su hueco tirando de variedad. Echo de menos algún corte más rompedor, porque si bien empezar con uno es un acierto, haber incluido otro hubiera sido ya perfecto. Hay que tenerlos muy en cuenta para seguirlos de cerca en el futuro cercano, ya tenían muchas papeletas para dar el pelotazo, pero es que a estas alturas ya lo están consiguiendo.