Cuando todo parecía indicar que los últimos días de DEICIDE como banda estaban
más cerca que nunca, Glen Benton y Steve Asheim se han sacado un as de la manga,
de hecho varios ases, y han dado un giro de 180 grados en la trayectoria de
DEICIDE para situar al grupo de nuevo donde se encontraba 10 años atrás, por
lo menos, en términos de calidad.
Tras editar en 1995 "Once Upon A Cross", un disco algo infravalorado
en su día por la prensa escrita, pero en mi opinión, sublime, y que ayudó a
mantener la llama del Death Metal todavía encendida un poco tiempo más cuando
todo parecía indicar que el género estaba ya en pleno declive, DEICIDE se fueron
directos al precipicio al igual que prácticamente toda la escena Death Metal
americana que había maravillado al mundo pocos años atrás con su propuesta
brutal y novedosa. "Serpents of the Light", sin ser ninguna maravilla
de disco, contenía la famosa canción homónima que acabó por convertirse en
su tema más popular de los últimos 10 años. De cualquier forma, por muy decente
que fuese el disco, en 1997 nadie parecía mostrar un ápice de interés por el  Death
Metal. Los siguientes "Incineratehymn" y sobretodo "In Torment
in Hell", pasaron con más pena que gloria, hundiendo poco a poco el nombre
de DEICIDE en la miseria. Cierto es que estos 3 últimos trabajos de los americanos,
apenas contaron con apoyo alguno por parte de su sello Roadrunner, quienes
se limitaban, por cuestiones contractuales, a lanzar el disco y poco más. Ello
demuestra una vez más que firmar por un chorro de discos por un sello discográfico
es cuanto menos un suicidio pues la situación del panorama musical es tan inestable
que todo lo que es moda y superventas un día deja de serlo al siguiente. Sea
como fuere, este ambiente enrarecido descentró de bien seguro a los miembros
de DEICIDE, y sobretodo, a su pareja de guitarristas, los hermanos Hoffman,
más preocupados por sus honorarios, royaltis y retribuciones, que en involucrarse
en las tareas de composición del grupo.

Una vez finalizan sus obligaciones contractuales con el sello Roadrunner,
DEICIDE firman con Earache Records quienes por entonces parecían haber vuelto
a confiar plenamente en el Death Metal como género de música rentable. No obstante,
ya era demasiado tarde y la ruptura con Brian y Eric Hoffman parecía inminente
tras más de 15 años en el grupo. “Scars of the Crucifix” fue un gran disco,
pero no causó el revuelo que de él se esperaba. Aún así, DEICIDE, altamente
influenciados en mi opinión por VITAL REMAINS (Glen Benton se involucró con
el grupo en la grabación de su popular “Dechristianize” y parte de su pertinente
actividad de directo), mostraban una voluntad importante por darle una nueva
vuelta de tuerca a su sonido, que no temática lírica, introduciendo ciertos
elementos más melódicos y depurando un poco más si cabe su técnica instrumental.

Tras el despido de los hermanos Hoffman, Glen Benton y Steve Asheim contratan
a 2 nuevos guitarristas; Por un lado Jack Owen, quién había abandonado hace
poco a su banda de siempre, los CANNIBAL CORPSE, y por el otro, a un cada vez
más reconocido Ralph Santolla, cuyo currículum, salvo en el caso de su efímero
paso por DEATH, cuenta con bandas bastante alejadas de lo que DEICIDE proponen,
como ICED EARTH, SEBASTIAN BACH y los Hard Rockeros MILLENIUM.

Una vez más, el proceso compositivo del grupo ha sido el mismo de siempre.
Steve Asheim compone todo el material con su guitarra, lo lleva al local de
ensayo, se lo muestra a los guitarristas, estos depuran las partes de guitarra,
añaden los solos y armonías pertinentes, Glen Benton se añade al cotarro y
los temas van tomando forma. Si bien este proceso, con los hermanos Hoffman,
podía ser algo lento, tortuoso y no muy fructífero, sobretodo en los últimos
tiempos, debido a la desidia más que preocupante de Eric y Brian en esforzarse
lo más mínimo, parece haber dado sus frutos de nuevo con Jack Owen y Ralph
Santolla ya en el grupo de forma estable.

“The Stench of Redemption” sorprende en muchos aspectos. Por un lado, Glen
Benton canta mejor que nunca, aunque sí es cierto que no tira tanto de sus
voces chillonas como solía hacerlo antes (A mi sinceramente siempre me gustaron
más sus registros guturales que los agudos semi blackmetaleros). Steve Asheim
está soberbio, pletórico, de hecho nunca antes su batería había sonado de esta
forma. Sus ráfagas de blast-beats con redobles de caja por todas partes a la
velocidad de la luz dejarán petrificado a más de uno. No es que antes no ejecutase
sus partes con esta maestría y precisión, pero las pobres producciones de los últimos
lanzamientos de DEICIDE afectaban de forma muy preocupante a las pistas de
batería que quedaban deslucidas, apagadas y hundidas en un amasijo de decibelios
descontrolados. Finalmente, quienes realmente han hecho que este disco suene
como suena, son la pareja de guitarristas, cuyo labor, queda muy lejos de lo
que cabría esperar de 2 tipos con semejante currículum. Jack Owen ha sabido
introducir su estilo tan característico de tocar la guitarra en las estructuras
musicales de DEICIDE e incluso ha mostrado una faceta suya mucho más melódica,
sobretodo en los solos, que hasta ahora parecía inexistente. Por la contra,
Ralph Santolla, quien muchos podrían creer no está capacitado para tocar Death
Metal, cerrará muchas bocas con su trabajo. De hecho, esa experiencia adquirida
tras tantos años tocando música Hard/Heavy le ha valido para imprimir su sello
melódico y técnico en la maquinaria de DEICIDE. Todo ello podría dar a entender
que los americanos se han “aflojado”, pero no es así. La música sigue siendo
tan brutal, rápida y feroz como de costumbre, pero ahora resulta algo más controlada,
cohesionada, coherente y sobretodo diversa. Y es que ese era el gran problema
de DEICIDE en sus últimas 3 o 4 obras de estudio. A pesar de ser discos de
no más de 30 minutos, los temas siempre transcurrían de una forma monótona
evidenciando las escasas diferencias que entre canción y canción existían.
Sin embargo, todo parece haber cambiado en “The Stench of Redemption”, un disco
que suena indudablemente a DEICIDE pero que posee una diversidad de elementos
que dota a cada una de las piezas que lo componen de una identidad propia y
fácilmente reconocible tras unas pocas escuchas.

“The Stench of Redemption” se abre con el tema homónimo, una pieza de marcado
carácter Death Metal americano y que sin duda, más se acerca a los DEICIDE
clásicos de “Deicide” o “Legion”, con esas ráfagas de blast beats tan características
de Steve que tanto gustan a sus seguidores. Sorprende, en mi opinión, muy gratamente,
que de los 4 minutos que dura el tema, prácticamente la mitad no son más que
un ejercicio de virtuosismo y melodía en el que se enzarzan Jack Owen y Ralph
Santolla, tocando prácticamente todos los palos solistas posibles, incluyendo
unos fraseos neoclásicos por parte de Ralph sublimes. Tras habernos enseñado
sus credenciales basados en la brutalidad, la técnica, la velocidad y la melodía, “Death
to Jesus” nos devuelve a los DEICIDE más directos, los de su última etapa,
sin tanto ornamento y con una estructura bastante simple pero efectiva, apoyada
por una producción que sin lugar a duda hace ganar muchísimos enteros a este
disco. “Desecration” se mueve en unas coordenadas algo más pausadas, envolventes
y atmosféricas recordando bastante a los medios tiempos de DEATH o MORBID ANGEL
por ejemplo, con un riff principal atonal muy parecido a los que solía facturar
Jack con CANNIBAL CORPSE. Con la entrada del punteado de guitarra, Steve Asheim
imprime una velocidad endiablada al tema que sirve de marco perfecto para que
de nuevo los señores Santolla y Owen demuestren de qué pasta están hechos.
Aprovechando la velocidad impresa en el tramo final de “Desecration”, DEICIDE
arremeten con “Crucified for the Innocence”, un gran tema que gustará de bien
seguro a los fans del Death Metal más épico de VITAL REMAINS o de los últimos
BEHEMOTH. “Walk with the Devil in Dreams you Behold” nos muestra el lado más
Thrash Metal de DEICIDE y cómo éste se fusiona con su estilo característico.
Incluso por momentos suenan tan fieros en el estribillo que podrían competir
con los señores de MARDUK en sus días más gloriosos. Una vez más, la pareja
Santolla / Owen arrasa con todo soltando punteados gloriosos por todas partes.
Con “Homage for Satan”, DEICIDE hacen un guiño a sus compatriotas de SLAYER
de quienes son unos grandes deudores, dando vida a la que es seguramente la
mejor pieza de todo el plástico, con un estribillo muy efectivo donde la doble
voz de Benton se muestra más ofensiva que nunca. De nuevo Owen y Santolla ejecutan
un pasaje repleto de punteados donde se van alternando para acabar los dos
doblados en la más clásica tradición heavy metalesca. Si no has tenido ocasión
de ver el video que han filmado de este tema, no pierdas la ocasión y pégale
una ojeada porque vale realmente la pena. “Not of this Earth” vuelve a recordarnos
a los SLAYER más fieros como si de una versión de los californianos en clave
de Death Metal se tratase. Si siempre has querido saber como sonaría un cruce
entre Pete Sandoval y Dave Lombardo, presta atención al trabajo de Steve Asheim
porque no tiene desperdicio alguno. DEICIDE prosiguen sin soltar el pie del
acelerador con “Never to be seen Again”, un tema con unas melodías de guitarra
dobladas que le deben mucho a la escuela Black Metal sueca, cuyos representantes,
han sido prácticamente todos teloneros de DEICIDE en alguna que otra gira (Y
digo yo que algo se pega). “The Stench of Redemtion” se cierra con “The Lord’s
Sedition”, la pieza más épica de todo el disco y la mejor en mi opinión junto
a la homónima e inicial y “Homage for Satan”. “The Lord’s Sedition” es una
composición de casi 6 minutos de duración que se abre con unos arpegios limpios
de guitarra bastante tenebrosos que dan paso a una serie de punteados épicos
por parte de Ralph y Jack que te recordarán bastante a los últimos DEATH del
malogrado Chuck Schuldiner. El tema transcurre a unos tempos bastante moderados,
pausados y atmosféricos, hasta que el final de los punteados nos avisa de que
DEICIDE están a punto de entrar a destajo. Una vez se ponen con ello, son imparables,
y podrían competir con los MORBID ANGEL más feroces de “Altars of Madness” o
los DEICIDE de “Legion”.

Para todos aquellos que os hagáis con una copia de la edición limitada a 4000
copias que Earache ha puesto en circulación hace poco de “The Stench of Redemption”,
DEICIDE han grabado por primera vez una versión, en este caso, bastante curiosa
del clásico “Black Night” de los DEEP PURPLE, rebautizada para la ocasión como “Black
Knight”. Tuve la ocasión de poderla escuchar de forma “confidencial” hace unos
meses y no puedo sino decir que hay que tenerlos bien puestos para convertir
ese tema de los 70’s en un auténtico torbellino de Thrash/Death.

La única pega que he sabido encontrarle a este Cd son las letras. Una vez
más, Glen Benton apuesta por dejar de lado cualquier intención por profundizar
un poco más en su temática satánica y arremete con su parafernalia centrada
prácticamente en repetir “Satan” 10 veces por tema. Si ya sabes como se las
gastan DEICIDE en lo que a letras se refiere, no esperes cambio alguno en “The
Stench of Redemption”. En este aspecto es más de lo mismo.

DEICIDE siempre han sido sinónimo de polémica y eso es algo que no va a cambiar
a estas alturas. Agarrarse a los tópicos es una tarea poco productiva y en
muchos casos peligrosa pues muchos de esos tópicos, no suelen ser más que estúpidas
falacias de todos aquellos que te rodean y te odian, que en el caso de DEICIDE,
son muchos.

En mi opinión, a los músicos se les debería juzgar única y exclusivamente
por la música que facturan, sin más, ¿O acaso a un informático le gustaría
que sus aptitudes laborales fuesen puestas en duda por una infidelidad matrimonial,
un gusto obsesivo por la papiroflexia o una atracción sobrenatural por los
canapés de anchoas y las películas para adultos?. No lo creo. Mucha gente,
sin tan siquiera haber oído en su vida a DEICIDE, tiene crucificado a este
grupo, nunca mejor dicho, por supuestas declaraciones y actitudes de su líder
Glen Benton a quién se le ha a dicho de todo menos guapo. Lo que esta gente
debería saber es que muchas de las palabras que se le atribuyen a Glen Benton,
nunca salieron de su boca. Y eso es algo que sucede cuando tienes a un montón  de
individuos que por un motivo u otro, están esperando la oportunidad adecuada
para desacreditarte con cualquier tontería que pueda resultar morbosa e incluso
humillante. Por desgracia, la inmensa mayoría de fans de a pié, prefieren creer
todo aquello que resulta de “dominio público” antes de cerciorarse de la autenticidad
de los hechos y los comentarios (Recurso en cualquier caso más fácil y que
no conlleva ningún esfuerzo).

A todos aquellos que justifican su odio y empatía hacia DEICIDE apoyándose
en las chorradas de turno atribuidas al señor Benton, no puedo sino invitarles
a que ojeen la jugosa entrevista que le realizamos al señor Steve Asheim vía
telefónica donde éste, derrumba gran parte de los tópicos atribuidos a DEICIDE
en los últimos años insistiendo una vez más, tal y como ya hiciese Chuck Schuldiner
en su día, en que hay que apoyar la música, no los rumores, y en este caso,
la propia música, habla por sí sola. Por ello, creo conveniente que te saques
de la mente todo aquello que has oído y leído acerca de este grupo, te hagas
con una copia de “The Stench of Redemption” y entiendas el porqué de la grandeza
de esta banda y la importancia, tanto para DEICIDE como para el Death Metal
en general, de un disco como éste.

Javi Metal

Grupo:Deicide

Discográfica:Earache

Puntuación:9

Canciones:

    1. The Stench of Redemption
    2. Death to Jesus
    3. Desecration
    4. Crucified for the Innocence
    5. Walk with the Devil In Dreams You Behold
    6. Homage for Satan
    7. Not of this Earth
    8. Never to Be Seen Again
    9. The Lord's Sedition

Año:2006

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