Mantar: The Spell (EP)

Mantar golpean fuerte a base de buenos temas y sonidos oscuros. Podemos estar ante la gestación de algo realmente grande pues lo mejor de todo es que son un dueto repartiendo mala leche y creando composiciones oscuramente bellas. Suenan pretéritos pero también actuales y las influencias evidentes quedan difuminadas consiguiendo un estilo bastante propio y personal.

Este dueto germano lleva ya dos interesantes discos de estudio en los que se les ha catalogado como black metal y sludge, pero la suciedad y ese espíritu punk les emparentan directamente con Venom y Darkthrone. Están en Nuclear Blast y pinta la cosa que nos van a darnos muchísimas alegrías. Parece que hay un cierto giro hacia los sonidos más básicos y malignos en detrimento del sludge que se hacía más presente en “Ode to the Flame”. Van bien encaminados y un EP como este puede que tras escucharlo ya termines como fan acérrimo de Mantar. Razones no les faltan. Son sólo tres temas, pero hay aquí todo un mundo por descubrir.

La batería y pegada de Erinc abre una contundente “Pest Crusade” que acaricia el stoner en el riffeo. Originales y atractivos atrapan desde la primera escucha y sorprende que un dueto sea capaz de transmitir tanto. Suenan crudos y descarnados con la voz de Hanno emergiendo entre tinieblas entre ecos cavernosos, pero con una producción ideal para el estilo practicado. Imposible no sucumbir ante el riff de “Age of the Vril”. Todo esta muy cuidado y a nivel compositivo el grupo se luce. El regalo final es ese “The Spell” contando con la voz de Okoi Jones del dueto suizo Bölzer. Medio tiempo intenso con riffs atmosféricos. Épica grandilocuente esta vez a lo Primordial, pero manteniendo la rabia y las credenciales que les diferencian del resto.

Mantar golpean fuerte a base de buenos temas y sonidos oscuros. Podemos estar ante la gestación de algo realmente grande pues lo mejor de todo es que son un dueto repartiendo mala leche y creando composiciones oscuramente bellas. Suenan pretéritos pero también actuales y las influencias evidentes quedan difuminadas consiguiendo un estilo bastante propio y personal. ¡Hay que ver a esta gente sobre las tablas ya!