Death: The Sound Of Perseverance
“El sonido de la perseverancia”. En el año 1.998 con este título nos presentaban
Chuck y compañía el que seria el último disco de estudio de DEATH. Muchas novedades
a primera vista nos traía este disco, para empezar nueva formación de la banda
(que sería la última) con Richard Cristy a la batería, Shannon Hamm a la segunda
guitarra y Scout Clendenin al bajo; menos Shannon, todos ellos integrantes del
proyecto paralelo en que colaboró Chuck llamado CONTROL DENIED del que se editó
el único CD llamado “The fragile Art of Existente” un año después de la edición
de “The sound of Perseverance”. Recordemos los continuos cambios de formación
del grupo siempre dirigido por Chuck Schuldiner desde sus inicios, en los que
a lo largo de su discografía podemos encontrar a músicos tan míticos y diversos
como Gene Hoglan, Andy LaRocque, Steve Di Giorgio, Sean Reinert… Estos cambios
de formación eran debidos a que Chuck siempre trabajaba con gente de otras bandas
que en aquella época estubiera inactiva y pudiese grabar y salir de gira en
breve.
El álbum dispone de un artwork algo más que inquietante basado en un enunciado
del mítico filósofo Nietzsche, en tonos negros y rojos se nos muestra de una
forma simbólica el destino, el abismo, el fin de toda vida (una premonición
quizás) a través de unas elaboradas imágenes en las que observamos una serie
de humanos escalando un monte con un abismo en su interior, retorciéndose, sufriendo.
Seguidamente, mirando la contraportada comprobaremos que el disco está editado
por la multinacional Nuclear Blast. DEATH ya había despegado y disponía de un
sello importante a su tutela.
Yendo a lo que nos interesa, el LP dispone de ocho temas, más una versión a
lo bonus track. Durante todas y cada una de las canciones que se incluyen en
este LP, el grupo nos desborda los oídos con tremendos matices: increíbles solos,
velocísimos y progresivos riffs, una voz única e irrepetible, aguda a la vez
que desgarrada, breaks y fills a la onda de los grandes maestros percusionistas
que habían intervenido en los anteriores discos de DEATH (Gene Hoglan, Sean
Reinert…) mostrando una gran evolución y con un estilo muy pero que muy propio
de Richard Christy con una potencia, contundencia, velocidad y ritmos magistrales
sin descuidar nunca de inundar cada tema con tremendos detalles (merece llevarse
el premio a “Aprended a dominar el ride, baterías”); las partes de bajo
por parte de Scott estan muy elaboradas, acompañan a la perfección las increíbles
composiciones del maestro Schuldiner haciendo de este álbum una obra que merece
ser estudiada, sin olvidar la labor que desprende el acompañante de Chuck, Shannon
Hamm con solos y riffs realmente tecniquísimos.
Como dijo alguien alguna vez, DEATH imprimen más
conceptos en una canción que cualquier grupo normal en todo un disco, y es que
cada canción es un mundo lleno de dinamismo en los que se mezcla death, metal
progresivo, heavy, con una base muy trashera y experimental de las que ya no
quedan.
Las composiciones derrochan sensaciones, sentimientos
que se transmiten al oyente dejando huella. La producción (a cargo de Jim Morris,
como ya hiciera en discos anteriores como en “Symbolic”) es realmente nítida
y cuidada hasta el mínimo detalle, minuciosamente estudiada para la satisfacción
y el gozo de poder escuchar y seguir escuchando este cd una vez detrás de otra,
descubriendo la cantidad de detalles, de matices y de atmósferas que llenan
estas obras de arte encadenadas.
El sonido y estilo del grupo en la mayoría de las canciones (exceptuando “Voice
of the Soul”y “Painkiller”) es muy similar aunque para nada reiterativo ya que
todas contienen estructuras totalmente innovadoras. Estas en mi opinión contienen
elementos realmente muy jazzeros que integran cada canción con formas raramente
vistas con anterioridad. En este disco como ya sucedió con su predecesor las
canciones tienen una duración más larga de lo habitual en este tipo de estilos,
se comprenden entre los cinco minutos hasta los nueve como sucede en la obra
que aparece en el ecuador del disco, “Flesh and the Power it Holds”.
En el apartado letrístico, todas las canciones fueron escritas por Chuck y
realmente tienen mucho contenido filosófico/ético que merecen que nos detengamos
a traducir las letras y reflexiones que hace el maestro sobre una gran cantidad
de temas. Cabe destacar “Voice of the Soul” por brindarnos de esa manera tantos
sentimientos y por dejar con nosotros su alma antes de marcharse al más allá.
Este tema instrumental a 3 guitarras despierta algo difícil de explicar: delicadeza,
pena, alegría, descenso, ascenso, y demás elementos contrapuestos que se nos
pasan por la cabe todo de una vez. Este track resume la manera en la que Schuldiner
realizaba y sentía su música y posiblemente sea una de aquellas canciones que
te hagan llorar si estás en uno de aquellos días difíciles, porque como ya digo
contiene mucho sentimiento.
El tema con el que termina el disco es una versión del famoso Painkiller de
Judas Priest interpretado por el grupo y con las partes solistas cambiadas.
Que cada uno se forje su opinión sobre el porqué tiene o no que estar incluido
en una obra de este calibre y sobretodo si gusta más que el original. Chuck
era un gran amante del Heavy Metal y supongo que debería ser la mejor
forma de expresarlo.
De todas maneras, este álbum logró encontrar el sonido de la perseverancia,
lo que nos dice el recurrente título. El trabajo recorrido durante muchos años
queda reflejado en forma de pieza indiscutible a tener en la discografia de
cualquier metal-head. . Realmente uno se plantea comprarse una guitarra, una
batería y un bajo después de escuchar este disco.
Después de todo esto cabe lamentar la pérdida que se sufrió en el año 2.001
en el mundo metálico por la muerte de unos de los más grandes compositores,
guitar heros y demás que ha dado la historia de nuestra tan amada música, Chuck
Schuldiner (Rest In Peace). Falleció a la edad de 34 años por un cáncer cerebral
que se le diagnosticó sobre los años 1.999 – 2.000. Como en muchos otros casos,
los grandes genios lamentablemente en muchas ocasiones mueren jóvenes: Cliff
Burton, Jimi Hendrix, Dimebag Darrell, John Lennon… Esperemos que ahora mismo
estén haciendo unas jams en el sitio donde estén y continúen disfrutando de
esta pasión que es para muchos de nosotros la música.
Para hacer frente a la enfermedad y a los gastos
de las operaciones, Nuclear Blast editó un DVD titulado DEATH Live in L.A. que
fue grabado en 1.998 sin ninguna intención de ser posteriormente editado. Este
disco nos muestra básicamente el potencial, la calidad y la precisión de Death
en vivo recorriendo mayoritariamente obras de sus dos últimos discos, sin descuidar
grandes clásicos de toda la vida como “Pull The Plug”, “Zombie Ritual”, etc…
entre otros. Este DVD es relativamente fácil de encontrar en cualquier tienda
de discos y podréis disfrutar de 14 temas en directo con una duración total
de unos 80 minutos que ya nunca tendremos la posibilidad de volver a ver encima
de las tablas.
Con todo esto me despido, comentar que es mi primera
crítica para este metalzine, que espero que os haya gustado y que aquellos que
ya lo tienen hayan recordado grandes momentos del disco y para aquellos que
no lo conozcan, les entren ganas de salir corriendo de su casa, en dirección
a la tienda de discos más cercana a adquirirlo, porque como ya he dicho no tiene
ni un ápice de desperdicio. Sin más, me despido no sin antes agradecer públicamente
a todo el equipo de www.themetalcircus.com el darme la oportunidad
de demostrar mis conocimientos musicales a un sector tan amplio de gente como
el que ofrece esta web.
Hasta la próxima crítica!!
Carlos Orellana
Grupo:Death
Discográfica:Nuclear Blast
Puntuación:9.5
Canciones:
- Scavenger of Human Sorrow
- Bite the Pain
- Spirit Crusher
- Story to Tell
- Flesh and the Power it Holds
- Voice of the Soul
- To Forgive is to Suffer
- A Moment of Clarity
- Painkiller (Judas Priest cover)
Año:1998
Votación de los lectores:9.55556
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