Darkane: The Sinister Supremacy

Cinco años han tenido que pasar para que DARKANE dieran continuación a ‘Demonic Art’ con su sexta obra de estudio, después de haber editado entre medias su primer DVD, ‘Layers of Live’, repasando buena parte de su más de diez años de carrera con actuaciones en distintos años. ‘The Sinister Supremacy’ no es más que la continuación de su propuesta del death melódico de los 90 con tintes thrash. Tan pronto cogen la melodía guitarrera de los grandes del sonido Goteborg como se marcan un tema a lo ANGELUS APATRIDA o cualquier grupo de thrash actual (en especial en lo que al aspecto vocal se refiere). Además, marca la vuelta de su cantante original, Lawrence Mackrory, con quien sólo grabaron su debut ‘Rusted Angel’.

Con el único preámbulo de la intro ‘Sounds of Pre-Existence’, arrancan directamente con el tema que da título a la obra, ‘The Sinister Supremacy’, mezclando esos dos estilos de manera bastante natural. La rapidez es la clave en ella y en ‘Mechanically Divine’ (lo mejor de ésta, sus coros más melódicos), pero las revoluciones bajan pronto. ‘Ostracized’ tiene partes más lentas pero mucho más agresivas y contundentes, y lo mismo ocurre en ‘The Decline’, donde de nuevo Lawrence se luce. No es la única donde es el protagonista, ya que después en ‘In The Absence Of Pain’ muestra sus distintos registros

Cuando parecen acomodados en cortes más densos, sobre todo por el inicio de ‘Insurrection Is Imminent’, lo rompen de nuevo con una velocidad descontrolada y sacando su lado thrasher, continuada en ‘Humanity Defined’, más en una onda melodeath. Antes de la tempestad final, deciden colar un interludio, ‘Hate Repentance State’, y puede que para encarar la parte final ‘Collapse Of Illusions’ suene más típica y plana que otras, pero recuperan la brutalidad en ‘By Darkenss Designed’ y la alternancia machacona con partes más limpias de ‘Existence Is Just A State Of Mind’. Siendo realistas, y a pesar de tener detrás una dilatada trayectoria, tienen complicado destacar entre tanto grupo parecido. El retorno de Mackrory debería ser un impulso y marcar un punto de inflexión en su carrera. Recordar de lo que eran capaces en sus inicios (sin necesidad de comparar las eras, totalmente distintas) debe ser la clave.