Still Remains: The Serpent

Aún me arrepiento del año que falté al Road Rage Tour con Trivium, 3 Inches Of Blood y Still Remains. Tres grupos jóvenes con gran futuro por delante. Se ha demostrado con Trivium, ocupando portadas en todo el mundo, obteniendo reconocimiento y compartiendo escenario con algunos de los más grandes, y con el reciente trabajo del sexteto canadiense, ‘Fire Up The Blades’. Unos, cogiendo raíces thrash en el nuevo siglo; otros, el heavy más clásico y rápido con dos vocalistas, y por último, el grupo que nos ocupa, que parece estar relegado a un peldaño menor. Demasiados cambios en su formación, los más recientes los de Ben Schauland por Zach Roth en los teclados, y Steve Hetland por Evan Willey como bajista, han hecho que la banda pierda cierta unidad.

Bien es cierto que con su anterior obra, ‘Of Love And Lunacy’, fueron poco más allá de aquel meritorio single, ‘The Worst Is Yet To Come’, pero apuntaban maneras. Con ‘The Serpent’, sobre todo, intentan sonar más variados desde la intro que precede a ‘The Wax Walls Of An Empty Room’ y que da título al álbum. Muy típica hoy en día la alternancia de voces desgarradas con melódicas, pero hechas a conciencia; de hecho, algunas partes incluso llegan a sonar atmosféricas, y apuestan mucho más por estas, bien demostrado en ‘Anemia In Your Sheets’, ‘Sleepless Nights Alone, y sobre todo en ‘Maria’, sabiendo dotar a sus composiciones de unos dibujos con los teclados poco comunes hoy en día. 

Nunca recordaré quien dijo que para sonar potente, hace falta bajar la potencia, para que al subirla gane en contundencia; y razón para este tipo de grupos no le falta. Porque tras un tema como el citado anteriormente, ‘Dropped From the Cherry Tree’ gana enteros, para de nuevo volver a suaves melodías en ‘Dancing With The Enemy’, y seguir la montaña rusa con ‘The River Song’. Que importante se hace en este tipo de discos el orden de los temas, y los de Michigan parecen saberlo bien.

A pesar de que ‘Avalanche’, tema con el que cierran ‘The Serpent’, es el que más recuerda a sus obras anteriores, Still Remains huye definitivamente de cualquier etiqueta, sobre todo de la de metalcore, tan de moda últimamente, y dan un paso atrás en velocidad y caña, para volverse más melódicos y tranquilos. Bendita madurez…