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Bush: The Sea of Memories
Cuando el grunge empezaba su debacle a todos los niveles tras la muerte de Kurt Cobain, la bacteria de Seattle cruzó el charco e infectó Inglaterra dando lugar a los sorpresivos Bush. Subieron hasta lo más alto de las listas de todo el mundo y los premios Grammy y el oro y el platino les sonrieron bajo la bandera del post grunge. Pero ya en el nuevo siglo las cosas cambiaron y su disco de 2001, “Golden State” apenas tuvo repercusión. Es por eso que en toda una década la banda no editó nada. Con “The Sea of Memories” vuelven Bush a pesar de que el panorama discográfico no invita al optimismo. Siguen en sus trece, facturando buenas canciones, siendo fieles a su estilo; pero ya nada es comparable a su época dorada.
De entrada debemos destacar los clarísimos singles ya editados, curiosamente en un espacio anterior de dos años. “The Afterlife” es sin lugar a dudas el gran tema del disco. Gran estribillo, bonita progresión y sabor clásico de la banda. Siguen jugando con los postulados grunge a pesar de que la suciedad y la rabia ha quedado bastante más aparcada. Por el contrario hay mucha clase y elegancia como en “The Mirror of Signs”. Volviendo a los singles claros vemos en “The Sound of Winter” es un precioso medio tiempo muy enfocado a las FMs pero en el que el combo demuestra que siguen teniendo buenos argumentos y que saben jugar como nadie con puentes y estribillos. La voz de Gavin Rossdale todavía puede emocionarnos. El tercer single es “Baby Come Home”, otro corte accesible pero muy bien trabajado, melódico y pegadizo.
El grupo juega bien con las atmósferas, hay los detalles grunge típicos de los 90 pero puestos al día. Las estructuras siguen mandando y esa aura evocadora agridulce impregna todos los cortes. En “All My Life” hay esas guitarras estridentes y la distorsión definitoria del postgrunge. Quizá la canción más 90era del disco. La balada reposa en “All Night Doctors” con un piano muy a lo Smashing Pumpkins del “Mellon Collie”. Otro corte con madera de futuro single, pero quizá demasiado obvio. Personalmente me quedaría con “Red Light” por esas guitarras tan características y esa energía que rezuma positividad. “I Believe in You” posee un riff de entrada muy a lo Mudhoney para luego entrar en su particular universo, más calmado y accesible. Finalizan el disco de muy buenas maneras con la melódica “Stand Up” y con la más experimental “Be Still My Love”, con samplers y programaciones muy atmosféricas y calmadas.
Hay voces que dicen que este disco es de lo mejor que ha grabado el grupo hasta la fecha, y puede que así sea, pero las cosas han cambiado y a día de hoy un disco de Bush pasa absolutamente desapercibido. Hacía tiempo que no escuchaba un disco con tantos elementos 90-grunge, y si viviste esa época está claro que pronto cala y convence. Todos los temas funcionan, no hay lugar para el aburrimiento y Bush demuestran de la mano de Gavin, que todavía tienen muchas cosas que aportar a la escena. Vale, no está a la altura de sus dos primeras obras, pero os aseguro que vale la pena darle unas cuantas escuchas. A ver si se dejan ver por estos lares…
Jordi Zelig Tàrrega
Grupo:Bush
Discográfica:Ear Music
Puntuación:8
Canciones:
- The Mirror Of The Signs
- The Sound of Winter
- All My Life
- The Afterlife
- All Night Doctors
- Baby Come Home
- Red Light
- Shes a Stallion
- I Believe in You
- Stand Up
- The Heart of the Matter
- Be Still My Love
Año:2011
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