Eternal Mourning: The resident sadness

El gran problema del 99 % de las bandas actuales es que son excesivamente previsibles y fácilmente catalogables, me expliclo. Con tan solo escuchar un par de minutos de cualquier tema del disco en cuestión, uno ya sabe si estamos ante un trabajo de power metal Tolkieniano, de black metal sinfónico, de death melódico o de gótico dulzón. Pese a que todavía nos llevamos algunas sorpresas, la inmensa mayoría de bandas no arriesgan nada en sus propuestas musicales optando siempre por fórmulas ya hechas y exprimidas al máximo antes que por investigar en la fusión y creación de nuevos estilos o subestilos.

El caso de los portugueses ETERNAL MOURNING es claro síntoma de lo que acabo de exponer. Nadie pone en duda que su música no esté bien hecha y que tenga gancho, sin embargo los 9 temas de este “The resident sadness” contienen todos y cada uno de los elementos del estilo gothic / doom con voces dulces femeninas y guturales masculinas  que uno se pueda imaginar.

Si te gusta el estilo de bandas como los primeros T.O.T, TRAIL OF TEARS, TRISTANIA o THE SINS OF THY BELOVED estoy convencido que ETERNAL MOURNING no te dejarán indiferente, ni mucho menos.

El problema reside en que en los tiempos en los que aparecieron “Velvet darkness they fear”, “Widow’s weed” o “Lake of sorrow” este tipo de productos resultaban innovadores y atractivos para el oyente, sin embargo cuando ya se han publicado 400 millones de discos idénticos unos de otros, este atractivo se pierde y da paso a un “mmm, está bien pero esto lo he escuchado ya demasiadas veces”.

Todo esto se hace extensible a cualquier estilo de música, ya sea thrash, death, power, black, gothic o heavy metal, algo que no dice mucho a favor de las actuales corrientes metaleras.

“The resident sadness” posee una muy buena producción y ha sido masterizado por el plasta de Mika Jussila en sus Finnbox Studios (debo haber pronunciado el nombre de este tipo más veces en los últimos años que el de mi propia madre…) por lo que al menos, aseguran sacar buena nota en lo referente a sonido.

Sus composiciones también beben bastante del clásico sonido de los MY DYING BRIDE sobretodo por el tipo de guitarras que utilizan, myuy graves y lentas, y por la constante presencia del violín en cada uno de sus temas.

Creo que no cabe profundizar mucho más en este disco, es fácil saber por donde van los tiros. Si nunca aguantaste este estilo de música es más que probable que sigas pensando lo mismo puesto que “The resident sadness”, pese a ser un buen disco, no resalta nada nuevo en el horizonte que no se hay hecho ya.