Epica: The Quantum Enigma

Para escuchar música mediocre que triunfa por tener a dos féminas de lideresas ya tenemos a Butcher Babies. Mientras tanto, Epica seguirán mandando.

Dos años después de aquel insípido «Requiem for the Indifferent», los holandeses Epica vuelven a la carga con «The Quantum Enigma», un álbum que fácilmente se puede convertir en una obra de referencia en su discografía. Con ideas renovadas, Simone Simmons y sus camaradas han conseguido manufacturar un trabajo que eleva su música a un nuevo nivel, añadiendo un toque moderno que le da un atractivo mayor que el de sus últimas publicaciones. En término de producción nunca habíamos visto nada igual en esta banda, y es que el sonido de «The Quantum Enigma» es infinitamente superior a cualquier grabación realizada por la banda anteriormente. Con mucho cuerpo pero sin perder una definición cristalina, así se presentan estos nuevos trece temas.

«Originem» da inicio al álbum, y es de agradecer que hayan decidido componer una intro orquestal más larga de lo normal (2 minutos) para que la ambientación sea mayor de cara a que todo explote con el atronador inicio de «The Second Stone», un veloz tema con un apocalíptico riff principal que nos muestra la faceta más mordaz de la banda. La energía no baja con «The Essence of Silence», en la que gobiernan unos enormes coros que siguen la línea bombástica del primer corte. En líneas generales, el álbum es tremendamente grandilocuente, incluso más que algunos de sus trabajos anteriores. Han sabido explotar al máximo lo que mejor saben hacer, y es que si algo ha caracterizado a Epica a lo largo de su carrera es que, al contrario que la gran mayoría de bandas lideradas por una mujer, no optan por clichés fáciles y canciones que son poco más que un estribillo y un riff pegadizo, sino que indagan en estructuras mucho más complejas y en composiciones más rebuscadas.

Del mismo modo, algo que hace que esta banda sobresalga muy por encima del grueso de female-fronted-bands es que no abusan del recurso que muchos llamamos «La Bella y la Bestia», es decir: contrastar fuertemente riffs duros con angelicales voces una y otra vez. Epica están muy por delante de ese recurso, su composición es tremendamente sólida, Simone demuestra que tiene mucho que decir para dejar apartado el tópico de «chica buena rodeada de tipos duros» y la enorme cohesión entre los miembros es lo que garantiza el buen resultado. Con «Sense Without Sanity» llega la primera canción larga del disco, bien elaborada pero no tanto como el gran tema-título que cierra el disco. Entre esta y «Unchain Utopia» sueltan el pedal del acelerador que iba pisado en los primeros cortes, ahora con tempos medios que los alejan de la faceta más salvaje que estaban mostrando.

«The Fifth Guardian» marca la mitad del disco, y este interludio folclórico oriental es una auténtica delicia que estalla en «Chemical Insomnia», dramática y majestuosa. Definitivamente, «The Quantum Enigma» es la mayor prueba de que Epica tienen un talento compositivo increíble. Muchos los pueden prejuzgar por el hecho de ser una female-fronted-band pero… ¡Qué equivocados están! Para escuchar música mediocre que triunfa por tener a dos féminas de lideresas ya tenemos a Butcher Babies. Mientras tanto, Epica seguirán mandando.