Desde California, uno de los territorios más prolíficos del mundo a la hora de generar bandas metaleras de calidad, aterrizan estrepitósamente All Shall Perish  con su segundo disco. Y digo con estrépito porque este CD puede ser cualquier cosa menos suave, se trata de poco más de 40 minutos de contundencia sin piedad que hará las delicias de los aficionados al metal extremo. 

Una de las principales bazas del éxito de esta banda, que ya empezó a pegar fuerte con 'Hate, Malice,Revenge', es la mezcla de estilos que hacen dentro de la rama bestia del heavy. Death metal, hardcore, grind, brutal, death melódico… Casi todas las ramificaciones extremas se tocan, gracias a una estupenda capacidad de asimilación de influencias a la hora de componer y, entre otras cosas, a un baterista y un cantante capaces de soportar el peso de la banda y cambiar de registro cuando el momento lo pida.

'Eradication' es la primera bomba sonora que sale de los altavoces, un bofetón de death-metalcore no exento de melodía que deja bien claro cuál es el sonido del grupo. Eso sí, se nota que All Shall Perish no son un simple grupo de corta y pega, ya que en lugar de copiar riffs repetidos mil veces y repetirlos mil veces más en una misma canción, se dedican a componer temas de cierta complejidad, desarrollando las ideas musicales de forma trepidante. De tal modo apenas hay canciones que puedas decir que son simplemente 'lentas' o 'rápidas', ni más ni menos que porque están cambiando de ritmo cada dos por tres. Eso puede desconcertar al más despistado, pero sin duda es uno de los mejores remedios contra la monotonía. 'Wage Slaves' sigue la misma onda que su predecesora, aunque desprende un tufillo más a lo LAMB OF GOD, un grupo que se nota que ha influido bastante  a la hora de componer más de un riff. No obstante, como se ha dicho antes, enseguida la canción se dispara a toda pastilla y se convierte en una sucesión de riffs y patrones rítmicos diferentes, a cada cual más cañero y conseguido.

Y si en dos canciones se puede escuchar desde post-thrash hasta brutal death, en la tercera los sonidos nos recuerdan a unos crudos DARK TRANQUILLITY o DISSECTION, que a mitad de canción cambian velocidad por ritmo machacón y pesadez incontenida. Y todo ello con unos colchones melódicos de las guitarras muy bien pensados, que ayudan a aligerar algo un tema tan brutal. Aunque si de brutalidad hablamos hay que dejar paso al tema de largo título 'There is no business to be done on a dead planet', que aplasta por sí solo con riffs que podrían haber compuesto CANNIBAL CORPSE y una voz entre gutural y gorrina.

Por su parte la vena más 'hardcoreta' aparece en cortes como  'We hold these truths' y 'Prisoner of war', que recuerdan algo más a los grupos que ahora están más en el mainstream, aunque sin esos estribillos edulcorados que parecen extirpados de la teleserie California Dreams. La melodía se la quedan los guitarristas, que cuando llega el momento se explayan a gusto, y que el señor Hermida mientras se dedique a berrear. Caña y más caña, en resumen, que en directo a buen seguro que tiene que dejar al personal "más p'allá que p'acá".

Para qué seguir destripando temas, lo mejor es que lo comprobéis vosotros mismos. Para mí es uno de los discos del año en el panorama extremo. Suena fresco, potente y asesino. Como tiene que ser.

 

 

Pablo García Caño

Grupo:All Shall Perish

Discográfica:Nuclear Blast

Puntuación:8.7

Canciones:

  1. Eradication
  2. Wage Slaves
  3. Day Of Justice
  4. There Is No Business To Be Done On A Dead Planet
  5. Better Living Through Catastrophe
  6. Prisoner Of War
  7. Interlude
  8. We Hold These Truths
  9. The True Beast
  10. Promises
  11. The Last Relapse

Año:2006