The Old Dead Tree: The Perpetual Motion

Corría el año 1999 cuando por casualidad, en la preciosa ciudad belga de Brujas,
topé con la demo de una joven banda que practicaba un estilo mezclando Death
melódico, metal atmosférico y algo de Doom.  Mi sorpresa fue mayor cuando con
el paso de los años esa misma banda fichó por un sello como Season Of Mist.
Y desde ese momento puedo decir que la banda ha experimentado importantes cambios
a la par que ha superado duros golpes como el de la muerte de su miembro fundador
Frédéric Guillemot. Con todo ello, THE OLD DEAD TREE presentan su segundo álbum
de estudio con ánimos renovados y con el polifacético Manuel Munoz al frente
junto con el también conocido Nicolas Chevrollier que formó parte de la banda
de Funeral Doom Monolithe.

Sin duda hay muchas bandas que por practicar un estilo que toma influencias
de varias fuentes no puede ser clasificado con una etiqueta concreta. Pues THE
OLD DEAD TREE es una de ellas. Tampoco es de esas bandas clónicas de otras.
Pese a este par de apreciaciones no sería correcto decir que sean algo novedoso
100%.  Ellos mismos se definen como una mezcla de metal extremo, pop y rock
oscuro.

Con un estilo más endurecido, más progresivo y más enrevesado respecto a su
anterior trabajo “The Nameless Disease”,  los franceses nos presentan estos
doce corte en este “The Perpetual Motion”.Con un cuidado formato digi-book de
edición limitada y una inquietante portada de una ciudad sumida en la oscuridad,
la banda ha completado el que para muchos puede ser el mejor trabajo hasta la
fecha.

Si bien es cierto que canciones como “It Can’t Be” o “Joy & Happiness” 
resultaban muy fácil de asimilar para el oyente en su anterior entrega; en esta
ocasión Munoz y los suyos han optado por introducir estructuras más complejas
o en su defecto partes más potentes. Ya que ponen la vista en varios estilos,
podemos ver detalles que bien podrían recordar a los propios DARK TRANQUILLITY,
algo de OPETH con los que ya compartieran escenario, y una base de la importante
remesa de bandas de metal gótico que practican una música triste y melancólica.
Es inevitable establecer correspondencias entre su música y la de estandartes
como ANATHEMA o PARADISE LOST.

Las canciones se dividen en  tres bloques diferenciados.

Tras “Out Of Breath”, un tema que sirve como presentación del disco en el que
se intercalan partes más melódicas con otras más agresivas muy propias del death
sueco, encontramos la primera parte:

THE LOST BOY

“Unrelenting” con unas voces introductorias decadentes, está llena de un caos
musical que capta al oyente y no da pie a ningún tipo de tregua. Es este el
primer buen ejemplo del endurecimiento de los temas con un predominio de la
voz gutural sobre la limpia. Incluyen además multitud de efectos entre los que
destaca un fluir de agua en las profundidades de cualquier océano.

Con “I Can’t Get Rid Of It”, un tema corto, de tránsito,  pasamos a “What Else
Could We’ve Said?”. De Nuevo sonidos de las profundidades marinas, y esta vez
un Manuel que se dedica más a la melodía para hacer de este tema una bonita
muestra de tristeza.

El quinto corte “So Be It!” nos devuelve a la crudeza musical. Esta vez apuestan
por un corte más lento y pesado, de vez en cuando aderezado con partes más amables
de guitarra.

DOWN

La segunda parte del disco comienza con “Everyday Life“  todo un ejemplo de
decepción ante los avatares de la vida. Musicalmente recuerda a MUSE o bandas
con un estilo más cercano al pop oscuro. Destacar la melodía de piano que hacen
de este tema uno de os sobresalientes del disco.

“1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8…” comienza con un típico juego de batería al que
van añadiéndose los instrumentos. Un tema también lleno de melodía que sólo
se ve perturbado en el estribillo.

El bajo toma gran relevancia en “By The Way”. Recuerda por momentos a la música
intimista que practican bandas como Antimatter.

“My Friends” peca quizás de monótona cosa que se ve en seguida solventada en
“Even if” que pone un mayor dinamismo a los cortes escuchados hasta el momento.
Un buen tema, de los más destacados.

THE SAD FAIRYTALE

Toda la rabia contenida hasta el momento se desata en “The Knock Out Song”
con unas voces brutales y unas cortantes guitarras.

Y finalmente, tras la tempestad, la calma de “This is No Farewell”. Hipnótica,
lenta y  emotiva hacen de este corte instrumental un buen cierre para los doce
temas.

Recordemos que THE OLD DEAD TREE lamentablemente no acompañarán a EPICA en
las fechas españolas. Se pierde con ello el que para muchos era el mayor aliciente
de la gira. Otra vez será.