Hardcore Superstar: The Party Ain’t Over ‘Til We Say So…

Lo dejan claro en el título: la fiesta no termina hasta que ellos lo digan. Son ya cerca de quince años de carrera de este cuarteto sueco con una dilatada discografía, con ocho trabajos a sus espaldas. Junto a ellos, un DVD grabado en el Sticky Fingers de su país, y un grandes éxitos, ‘We Don»t Celebrate Sundays: The Best From 1997-2009’… que vio la luz hace tan solo dos años. Ese quizá es el único punto negativo de este recopilatorio, la cercanía de otro donde están presentes la mitad de las canciones que aquí nos encontramos.

Otra cosa que no me gusta, ni en uno ni en otro, es la mezcla indiscriminada de canciones de distintas épocas. Supongo que detrás de todo tendrán sus razones, y sé que cada vez que hago la review de un álbum de este tipo me repito, pero en mi cabeza sigue sin entrar que en este tipo de discos no se ciñan estrictamente al orden cronológico (ya sea ascendente o descendente), que es donde mejor se ve la evolución (o no) de la carrera de un grupo. Lo que era lógico era empezar con ‘We Don’t Need A Cure’, el tema inédito aquí incluido, y que tampoco es nada del otro mundo; melodías sencillas, estribillo con gancho, pero no a la altura (tan superior) de todas las canciones a las que acompaña.

Al menos todo lo demás sí hace recordar los grandes temas que tiene el grupo. Ni rastro de temas de ‘It»s Only Rock»n»Roll’ que no fueran regrabados para ‘Bad Sneakers and a Piña Colada’; personalmente, considero que nunca llegaron a superar la calidad de ese disco, si acaso solo igualarlo. De ese año 2000 encontramos tres de sus singles, ‘Liberation’, ‘Someone Special’ y ‘Have You Been Around’. En ellos hacían gala de su estilo hard rockero con dosis glam y en ocasiones punk cercanas a compatriotas como BACKYARD BABIES. Poco a poco se fueron alejando de esto último, para centrarse en su faceta más Sleaze.

Cuando salió ‘Thank You (For Letting Us Be Ourselves)’ recuerdo la decepción que supuso; no encontraba la intensidad y ese sonido fresco del anterior, y es un disco al que apenas acudo en su carrera. Solo ‘Shame’ representa dicha obra, notándose ese giro en su sonido (no para bien precisamente). ‘No Regrets’ no llegó a recuperar la energía del grupo, y se nota en ‘Honey Tongue’ y ‘Still I’m Glad’, canciones simples que buscaban el gancho fácil, pero que no terminaban de llegar. Muchos grupos acostumbran a titular un disco homónimo para indicar una nueva etapa, o un renacer, y así ocurrió con ‘Hardcore Superstar’ en 2005. Apoyados en la pegadiza ‘We Don’t Celebrate Sundays’ volvieron con fuerza, pero no solo con un tema. Prueba de ello son ‘Wild Boys’ o ‘My Good Reputation’, dejando fuera de este recopilatorio grandes canciones como ‘Bag On Your Head’ o ‘Last Forever’, lo que da una idea de la calidad de aquella época.

Con ‘Dreaming’ in a Casket’ lo volvieron a hacer, mejorando su antecesor. Solo la primera mitad del disco hacía olvidar cualquier bajo en sus trabajos anteriores. Una pena que no incluyan ‘Need No Company’, porque el trío que formaba con ‘Medicate Me’ y el tema que daba título al álbum era de lo mejorcito que había hecho el grupo. A cambio, está ‘Bastards’ el single que a la larga no fue incluido en el producto final. La salida de Silver Silver no pesó tanto como se podría pensar, y ‘Beg For It’ volvió a estar a la altura; rockeras y pesadas suenan ‘Into Debauchery’ y ‘Beg For It’, un sonido más crudo que se agradeció. Para terminar el repaso, cuatro temas de ‘Split Your Lip’, su último disco, que tiene poco más que un año. Demasiados cortes calificados como grandes éxitos teniendo en cuenta su cercanía en el tiempo; lo que está claro, es que son muy buenos, en especial ‘Last Call For Alcohol’, o esas dos baladas tan emotivas, ‘Here Comes That Sick Bitch’ y ‘Run To Your Mama’, situadas estratégicamente a mitad y final de esta recopilación.

Veinte temas que resumen una carrera que podría haber sido mucho mejor, porque HARDCORE SUPERSTAR lo tenían todo para comerse el mundo. El bajón después de una maravilla como ‘Bad Sneakers and a Piña Colada’ hizo que les costara remontar el vuelo. Cuando lo consiguieron el panorama musical había cambiado, y estaba saturado… pero su calidad a día de hoy sigue ahí. Un poco más de orden en las canciones hubiera sido de agradecer, y no tanto centrarse en los últimos años.