Korn: The Paradigm Shift
Desde la salida de Brian “Head” Welch de KORN, hace casi una década, cada lanzamiento de KORN ha estado empapado de todo tipo de historias y comentarios. Primero vino ‘See You On the Other Side’: había ganas de ver de qué eran capaces tras la salida de su guitarrista. ¿El resultado? División de opiniones. ‘Untitled’ (leer review) no mejoró la opinión del nuevo camino tomado por los de Bakersfield (entre medias editarían ‘MTV Unplugged ‘); de hecho, empeoraron. En él presentaban ya la ausencia de David Siveria, cuyo puesto ocupó Terry Bozio… por poco tiempo. La batería pasó a manos de Ray Luzier a principios de 2008. Un año después nos visitaban, y tuvimos la oportunidad de hablar con Jonathan Davis. Entre otras perlas, nos decía que su próxima obra era una vuelta a las raíces, y ante la pregunta de si había habido contacto con su ex-guitarra en los últimos tiempos, su escueta respuesta fue “No”.
De hecho, más de una declaración cruzada hubo entre unos y otros. Que si Brian nunca estuvo en el proceso de composición porque estaba demasiado desfasado, que si uno quería volver, que si no era verdad… ese tipo de culebrones que hay en muchas bandas. Mientras tanto, la tan nombrada vuelta a las raíces era ‘Korn III: Remember Who You Are’ (ver reseña). No les salió demasiado bien el recordar viejas glorias, y fue su peor álbum y menos inspirado, a pesar de estar de nuevo Ross Robinson a los mandos de la producción. Primero experimentación, después una vuelta fallida a su sonido original… y para rematar, rotura (no total, pero si parcial) con su sonido, e incorporación del movimiento de moda, el dubstep, para crear ‘The Path of Totality’ (leer review). Una vuelta de tuerca más en su carrera, de los que ya empezaban a acostumbrarnos. Tras su gira de rigor cobró fuerza el rumor de que Head volvería al seno de la banda tras tocar con ellos ‘Blind’ en un concierto en mayo de 2012. Primero se citarían una serie de conciertos exclusivos en festivales de verano (de 2013), para después extenderse a toda el tour, y añadiendo el hecho de que grabaría ‘The Paradigm Shift’, su decimoprimer trabajo de estudio.
Todo este preámbulo, ¿por qué? Pues porque es necesario poner sobre el papel lo que han sido los bandazos de KORN… y hay más todavía. Previa a la salida de este nuevo álbum, el que ha salido a la palestra ha sido Silveira (a través de unas declaraciones en su Facebook), quién sabe si para dar publicidad a INFINIKA, su nuevo proyecto musical. Entre las lindezas, dejaba caer que KORN nunca sonaría igual con alguien como Luzier (haciendo comparaciones entre un batería metal y otro funky), y sobre los cambios en el sonido del grupo. El por qué. Fue el hecho de traer a alguien externo a ellos para componer las canciones (lo que ocurrió con The Matrix en ‘See You On The Other Side’, y que ya se supo en parte en su momento, y después por unas palabras de Trent Reznor en relación al asunto por su cercanía a Atticus Ross, involucrado también en los trabajos de KORN de esa época). Ese fue el detonante que hizo que el baterista dejara la banda… y ahora deje la puerta abierta a volver para recuperar el groove. Ver para creer.
Para quien haya llegado hasta aquí, es ahora cuando empieza la reseña como tal del disco en sí. Seamos honestos: ‘Never’ Never’ dejó muy pero que muy frío a todo el mundo que esperaba algo más encaminado a lo que venía haciendo Head en LOVE AND DEATH. Pero no, tenía más de su reciente pasado con dubstep que otra cosa, y no convenció, por mucho que nos vendieran ‘The Paradigm Shift ‘ como “la mejor mierda que hemos hecho nunca”. Las declaraciones de Jonathan Davis, diciendo que “sacamos ese tema de adelanto porque sabríamos que cabrearía a mucha gente. No es un tema para los tíos, sino para las mujeres” no consiguieron otra cosa que confirmar algo: cada una de sus declaraciones de un tiempo a una parte es imposible de tomar en serio. En vez de más temas de adelanto, lo que han ido ofreciendo han sido pequeños extractos de distintas canciones: los prejuicios en un caso pueden ser tan contraproducentes como en el otro. ¿Si ese tema no es representativo ni en la misma onda que todos los demás? ¿Si esos pocos segundos de cada una muestran la parte más melódica (o cañera, da igual) de una composición que después se aleja de esos patrones?
Dudas, muchas dudas. Pero fue poner ‘Prey For Me’ y rememorar riffs de, por lo menos, la época de ‘Take a Look in the Mirror’, recuperando las guitarras que durante un tiempo fueron su seña de identidad. Por lo demás, muy buenas líneas (melódicas) de voz de Davis, y una parte final donde vuelve a gritar a la vieja usanza; poco, pero suficiente. Mismos patrones encontrábamos en ‘Love & Meth’ (que también la habíamos podido escuchar con anterioridad)… pero con la presencia de su pasado electrónico más reciente en segundo plano junto a las guitarras, acompañando y sin ocupar un papel protagonista. Las buenas sensaciones siguen con ‘What We Do’, marcando un inicio con tres temas muy semejantes entre sí en estructura (guitarras crudas en su inicio y mientras no esté la voz, y unas melodías de voz trabajadas, especialmente en los estribillos). En la misma línea, destaca ‘Punishment Time’ (con final de nuevo embrutecido), ‘It's All Wrong’ y una muy movidita ‘Tell Me What You Want’ (estas dos últimas con partes electrónicas), encargada de cerrar la versión deluxe. Eso hace que la mitad del álbum se pase volando por lo directa que es. En el otro lado de la balanza tenemos otras canciones más experimentales y con un tempo más lento y menos pegadizo. De ese grupo, mi favorita es ‘Spike In My Veins’, con los cambios más bruscos de todo el disco, y con Head y Munky sin caer en lo fácil. En ‘Mass Hysteria’ son Fieldy y Luzier los que marcan el ritmo, aunque no termina de enganchar del todo. Sí lo hace ‘Paranoid And Aroused’, la que podría definirse entre el puente perfecto entre ‘The Path of Totality’ y este nuevo trabajo (la mezcla perfecta del grupo en el pasado y el presente). Por último, tenemos una lineal ‘Lullaby For A Sadist’ (termina siendo la que más desapercibida pasa) y ‘Victimized’, a la que de primeras es complicado cogerle el punto, pero que termina siendo de las mejores de ‘The Paradigm Shift’.
¿Veredicto final? Que para gustos los colores. Y en ese aspecto KORN tiene más que el arco iris. Habrá quien siga renegando de sus últimos años, los que preferirán sus dos primeros discos, otros la dupla ‘Follow the Leader’/‘Issues’, los que ven una maravilla en ‘Untouchables’ o ‘III’ donde otros no ven absolutamente nada… y así un largo etcétera. No sabemos lo que harán de aquí a dos años teniendo en cuenta los giros tan drásticos que han tenido en la última década, pero este decimoprimer trabajo en su carrera (parece mentira, pero llevan ya veinte años en esto) creo que agradará tanto a los que buscaban en ellos una esperanza de volver al pasado con la reincorporación de Head como a los que les gustaba su vena experimental de los últimos trabajos. Para los morbosos, la edición especial incluye un DVD con el documental ‘Reconciliation’, explicando la vuelta del hijo pródigo y cuyo trailer ya pudimos ver hace unas semanas.
Varo ( varo@themetalcircus.com )
Grupo:Korn
Discográfica:Prospect Park
Puntuación:7.5
Canciones:
- Prey For Me
- Love & Meth
- What We Do
- Spike In My Veins
- Mass Hysteria
- Paranoid And Aroused
- Never Never
- Punishment Time
- Lullaby For A Sadist
- Victimized
- It’s All Wrong
- Tell Me What You Want
Año:2013
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