“Silencio. Se graba”. Bien podría haber sido la introducción del nuevo documental ideado por Dave Grohl y que llevaba años gestándose. Poca información tuvimos en un principio: simplemente iba a grabar una película sobre los míticos Sound City Studios de Los Angeles; el mítico emplazamiento donde NIRVANA grabó ‘Nevermind’, el disco que lo cambió todo. Antes de ellos hubo varios grupos, otros vinieron después, pero el mayor punto de inflexión lo marcaron Kurt Cobain, Krist Novoselic, Butch Vig y el propio Grohl en 1991.

Unas emotivas palabras sirven de preámbulo, recordando aquella época en la que NIRVANA aún no había saltado a la fama. “No teníamos ni idea de que los siguientes dieciséis días iban a cambiarnos la vida. Recuerdo llegar al parking y decir ‘¿esto es realmente Sound City?’”.  Es entonces cuando personalidades de todo tipo (músicos, productores, ingenieros y trabajadores varios) empiezan a circular por la pantalla; de primeras, no para poner precisamente por las nubes a los estudios, ya que, por decirlo de alguna manera, resultaba cutre. Pero cuando en poco más de dos minutos se enumeran la cantidad de grupos que se grabaron ahí uno se da cuenta de que tenía algo especial.

Tom Skeeter fue el dueño de los estudios de 1969 a 1992, y buena parte del peso inicial del documento audiovisual lo llevan sus intervenciones. Él y Keith Olsen, ingeniero de sonido entre 1970 y 1982. Su idea inicial era conseguir “a los próximos Beatles” para hacer mucho dinero. El primer nombre en aparecer son Neil Young, pero la cosa no terminaba de despegar. Entonces aparece un elemento clave, la mesa Neve, una de última generación (para los tiempos que corrían), y de las que solamente hay cuatro en el mundo; ya se sabe, la habitual pelea actual de analógico contra lo digital. BUCKINGHAM NICKS fueron los primeros en probarla, editando un álbum en 1973. Después llegarían FLETWOOD MAC, incorporándose Stevie Nicks y Lindsey Buckingham a ellos gracias a las canciones que habían grabado allí. Eran buenos tiempos, empezaron a pasar bandas como a SANTANA, GRATEFUL DEAD, FOREIGNER, CHEAP TRICK,  REO SPEEDWAGON, TOM PETTY AND THE HEARTBREAKERS… El escuchar a estos últimos hablando de lo malos que se sentían al tocar allí no tiene precio, ni tampoco escuchar a su productor predicar las calamidades del lugar. En ese momento se empieza a repasar a todo el personal que trabajó allí, anécdotas incluidas, y seguir con productores que pasaron por allá. Llama la atención ver a un tío abiertamente como Rick Rubin, tan hermético siempre con sus gafas de sol, o los métodos de Ross Robinson (salen imágenes de la grabación del primer trabajo de SLIPKNOT). A finales de los 70 emergió la figura de Rick Springfield, para dar paso a los 80 cargados de grabaciones: RATT, BARRY MANILOW, DIO, SAXON… y el comienzo de la era digital con el CD y otros aparatos.

Hay hueco para hablar de los elementos de las grabaciones en sí, como lo primordial que es la pista de batería, definida por Grohl como “el latido de un tema. Ahora tenemos el inicio de la canción, ya podemos añadirle cosas”. Es emotivo el plano en el que alternan el vídeo de ‘Smells Like Teen Spirit’ con el Dave actual. Y también se comenta lo extraño que era el sonido que se conseguía en una sala en la que no debería sobar nada bien.

Distintos motivos hicieron que Sound City no esutivera a la altura de estudios más modernos, dejando parte de sus trabajadores el sitio… y llegaron tres chavales de Seattle a grabar su segundo álbum. Sus dos miembros vivos lo recuerdan: “No sé por qué elegimos grabar allí”. “Esra un lugar polvoriento… pero estábamos acostumbrados a eso, a vivir al límite”. El núcleo más importante del documental resulta de Grohl, Novoselic y Butch Vig recordando el proceso de grabación de ‘Nevermind’. Su éxito reactivó el negocio, y todos los grupos querían ir a grabar allí por ese motivo. RAGE AGAINST THE MACHINE fueron uno de ellos, TOM PETTY repetiría, Johnny Cash también se pasaría por los Sound City, Josh Homme acudiría con su nuevo proyecto, QUEENS OF THE STONE AGE en una época donde Pro Tools empezaba a apoderarse de las grabaciones. Si hay un artista que se haya adaptado a las tecnologías, ese ha sido Trent Reznor: “Nunca lo usé con el miedo de que fuera a hacer trampas”. Prueba es que grabó ‘With Teeth’ y ‘The Slip’ en Sound City. Incluso METALLICA hizo allí ‘Death Magnetic’.  Poco tiempo después cerraría sus puertas, y hay una frase de Rick Rubin totalmente lapidaria: “La mayor parte de los grandes estudios han cerrado. Muchas de las cosas que oímos en la radio se hicieron en un ordenador portátil”.  Poco más de una hora, y el documental principal se cierra para dar paso a la segunda parte.

Dave Grohl compró la mesa de sonido Neve (por algo más de 75.000 $) para crear un disco, la banda sonora que acompañaría a este lanzamiento (leer review). Montaría su propio estudio, y contando con gente que había pasado por los Sounds City compuso once temas para grabarlos analógicamente. El mayor contraste se produce cuando entra en escena Reznor (con Grohl y Homme); cada uno a su manera, pero todos genios, y el momento glorioso es la unión de los tres supervivientes de la última formación de NIRVANA, comandados por Butch Vig a los mandos, para grabar ‘Cut Me Some Slack’ con Paul McCartney.

Cierran los créditos con declaraciones de un buen puñado de músicos citando el nombre de sus primeras banda; hasta Rick Rubin tuvo una. Una pena que todo se tenga que resumir en dos horas, porque daría para veinte más. Si nos ponemos a pensar, podría profundizarse en muchos de los grupos que pisaron en algún momento un lugar como aquel; aunque eso haría interminable la historia. 

 

Discográfica:Therapy Studios

Puntuación:8.2

Canciones:

  1. Movie

Año:2013