Suavidad, belleza, calidez e intimismo es la apuesta clara de los Leafblade, banda en la que encontramos a Daniel Cavanagh (Anathema), junto a Sean Jude, Daniel Cardoso y Kevin Murphy. Leafbalde se formaron en 2004 y son el proyecto básicamente de Sean Jude, en el que canta y toca las acústicas. Si os parece blando y anodino todo lo último de Anathema, ya aviso que ni os acerquéis a esta obra. Es una colección de ocho cortes lentos pero bellos en los que Sean desnuda su alma. Tampoco hay atmósferas opresivas, si algo de melancolía y tristeza. La portada del disco y el artwork refleja perfectamente todo lo que encierra su música.

El contenido es notable si bien sobresale un tema titulado “Sunset Hypnos”. Pura belleza y mucho feeling con un estribillo exquisito. Sin embargo hay momentos algo anodinos debido a lo extenso de los temas y a las leves variaciones y cambios. Y eso que la cosa empieza bien con “Bethlehem”. Otra notable composición en la que Sean luce todas sus armas que repetirá a lo largo del disco. Aquí brilla la composición y los juegos de cuerda con las acústicas. Si que hay momentos puntuales en los que alguna guitarra eléctrica de Daniel irrumpe, pero más que nada para acentuar el momento y poco más. En “Oak Machine” es en la que más se utiliza el efecto, pero el tema más contundente el inspirado es “The Hollow Hills (Starry Heart)”.

La instrumental “Fuchsia” es absolutamente prescindible y sirve como enlace y poco más. La vena progresiva es leve y tímida, pero agradable. Asoma especialmente en “Thirteen”. Pero de hecho su gran atractivo son las dobles voces que surgen en los estribillos, muy orgánicas y efectivas. Hay momentos intensos, jugando con los volúmenes al más puro estilo Porcupine Tree, del que por momentos se llegan a acercar. El arranque optimista es lo mejor de “Beneath a Woodland Moon”; siendo la composición más corta y directa. Lo más parecido a un single. Vuelven a brillar las voces dobladas, pero suena un poco a canción en una merienda campestre. “Portait” es la pieza más delicada y trabajada. Incluye un bonito juego de canon vocal y son más de 10 minutos de juegos acústicos preciosos.

Disco elegante, suave e intimista. Ideal para escuchar e introducirte en un mundo calmo y bello repleto de melancolía. Gustará a quienes han disfrutado de lo último de Anathema o de los momentos más calmos de Porcupine Tree pero… obviamente hay diferencias. Predominio de lo acústico y la balada y con las eléctricas casi proscritas. De todas maneras es el encumbramiento de Sean Jude como compositor, aunque si no estuviese Cavanagh en el grupo posiblemente este lanzamiento hubiese pasado mucho más desapercibido. Evidentemente hay calidad en muchos momentos y sobretodo belleza, pero lejos, muy lejos queda de los discos de Anathema o Porcupine Tree. Aunque sólo por “Sunset Hypnos” de verdad que vale la pena acercarse a Leafblade. Creo que hay que apostar algo más valientemente y tendremos a una banda realmente interesante y atractiva.

Jordi Zelig Tàrrega

Grupo:Leafblade

Discográfica:Kscope

Puntuación:7.2

Canciones:

  1. Bethelhem
  2. The Hollow Hills (Starry Heart)
  3. Sunset Hypnos
  4. Fuchsia
  5. Oak Machine
  6. Thirteen
  7. Beneath a Woodland Moon
  8. Portait

Año:2013