Helstar: The King of Hell

Tras la brutal descarga de Heavy Metal que ofrecieron HELSTAR volviendo a la escena el año pasado con la formación de 1986 (“Remants of War”) regrabando viejos clásicos de sus 4 primeros discos bajo el título de “Sins of the Past” –el mejor disco de temas regrabados de todos los que han aparecido en los últimos años- los norteamericanos liderados por James Rivera entregan lo prometido; Un disco de puro y duro Speed Metal con todos los clichés del género eso sí, pero bien asimilados que dan como resultado un compendio de temas impresionantes, a la altura de cualquier disco perteneciente a la época clásica de HELSTAR (1984-1990).

No deja de ser curioso el caso de HELSTAR pues salvo James Rivera, quien recordemos, ha estado vinculado al Heavy Metal desde los días gloriosos de HELSTAR con multitud de formaciones como DISTANT THUNDER, DESTINY’ END, NEW EDEN, KILLING MACHINE o VICIOUS RUMORS, el resto de miembros que le acompañaban en “Remnants of War” y que ahora militan junto a él en esta nueva andadura del grupo, apenas han hecho nada en los últimos 15 años. Qué más da. Oyéndolos da la sensación de que estos tipos no han parado de aporrear sus instrumentos a base de bien. Y no solo eso sino que no han olvidado como se compone y se ejecuta el buen Heavy/Speed Metal yankee de toda la vida.

“The King of Hell” posee todo lo que un fan de HELSTAR y por extensión del Heavy Metal con mayúsculas puede esperar. Desde las voces estratosféricas de James Rivera hasta el trabajo solista de Larry Banagan y Robert Trevino o las baterías logradísimas de Russel DeLeon, todo lo aquí presente representa el Alfa y el Omega del Heavy Metal. Los temas en sí poseen gancho y se te quedan clavados y la atmósfera en general del disco es poderosa y oscura sin caer en la monotonía ni en el infantilismo propio de muchas formaciones de este tipo. La clase de HELSTAR sigue estando fuera de duda.

Pocas bandas de las de antaño siguen apostando por este género salvo VICIOUS RUMORS, METAL CHURCH, ICED EARTH o HELSTAR. Estos últimos, por lo menos, se han dignado a prometer algo que sin duda han entregado, lejos de las tan cacareadas reuniones que casi siempre desembocan en un disco en forma de ladrillo que ni sus propios creadores son capaces de justificar. Demos la bienvenida a HELSTAR, han vuelto para quedarse y reinar.