Operation: Mindcrime: The Key
Geoff Tate perdió el norte hace mucho tiempo. Posiblemente en el mismo momento en que Queensryche también perdieron su identidad y pasaron a convertirse en un híbrido de moderneces que de vez en cuando echaba la vista atrás a sus discos clásicos para que los fans siguiesen hablando de ellos como “Queensryche” y comprando los discos.
Geoff Tate perdió el norte hace mucho tiempo. Posiblemente en el mismo momento en que Queensryche también perdieron su identidad y pasaron a convertirse en un híbrido de moderneces que de vez en cuando echaba la vista atrás a sus discos clásicos para que los fans siguiesen hablando de ellos como “Queensryche” y comprando los discos. Pero lo cierto es que entre la banda de “Rage for Order” y la de “Dedicated to Chaos” iba un abismo. Y gran parte de la culpa recae sobre Tate: a la vista está que sin él Queensryche han recuperado lo que se puede considerar su sonido “clásico” y que él sigue empeñado en demostrar lo actual y rompedor que puede llegar a ser con su nueva banda.
“The Key” es un disco difícil: las canciones van de insufribles a medio correctas, pero no hay nada en ellas que destaque, ponga la piel de gallina o tenga madera para sobrevivir al paso del tiempo. El trabajo arranca con “Choices” – una especie de intro puesto que se trata de un disco conceptual y “Burn”, con un riff de guitarra desvencijado y un Tate cantando en su rango medio, sin grandes aspavientos vocales y brillando tan solo en el breve puente hacia el presunto estribillo. “Give me gasoline” canta. Y escuchando el resto del disco uno entiende el porqué la necesita.
Más soportable es la bien prevista “Re-Inventing the Future”, un oasis de sonoridad cercana al material de los “Operation:Mindcrime” y “Empire” de Queensryche, que hace uno coja ese bidón de gasolina y lo deposite de nuevo en el suelo, a la espera de los acontecimientos. “Ready to Fly”, el tema que sigue es una buena continuación, en apariencia, hasta que se pierde por completo en su propia falta de dirección.Hay temas, varios, que parecen prometedores y que una vez desarrollados no hay por donde cogerlos.
A partir de la mitad el disco ya no tiene asas para cogerlo. El rollo semi-industrial de “The Stranger” suena forzado, “Hearing Voices” tiene un riff que parece majo pero queda arruinado por las lineas vocales de Tate, etc, etc, etc… A cada tema se le puede sacar algo “positivo” si eres muy fan, pero si lo analizas con frialdad, “The Key” es un disco sin ninguna clase de dirección musical, falto de estímulos y con la sensación de que ahora que Geoff ha sido extirpado de Queensryche, al menos una de las dos formas de vida sobrevivirá. Y no será la carrera en solitario de Tate con Operation Mindcrime.
La pena es que posee una banda muy solvente, donde tocan Brian Tichy (Whitesnake y mil más), John Moyer (Disturbed) y otros buenos músicos de sesión. Me imagino sus caras a medida que se iban desarrollando las canciones y Tate traía la siguiente gran idea. Volviendo a las letras del disco, “give me gasoline”…
Grupo:Operation: Mindcrime
Discográfica:Frontiers Records
Puntuación:3
Canciones:
- 01. Choices
- 02. Burn
- 03. Re-Inventing The Future
- 04. Ready To Fly
- 05. Discussions In A Smoke Filled Room
- 06. Life
- 07. The Stranger
- 08. Hearing Voices
- 09. On Queue
- 10. An Ambush Of Sadness
- 11. Kicking In The Door
- 12. The Fall
Año:2015
Votación de los lectores:5
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