Dismember: The God That Never Was
¡Sí!, tras dos años transcurridos desde su última obra (maestra) de estudio,
los dioses suecos DISMEMBER vuelven a la carga con un nuevo trabajo de nombre “The
God that Never Was”, perfecto, honesto, brutal y melódico, puede que hasta
incluso superior al ya de por sí difícil de superar “Where Ironcrosses Grow”,
el disco que les devolvió al mundo de los vivos tras un periodo de inactividad
de 4 años en los que muchos llegamos incluso a pensar en la desaparición del
grupo.
“Where Ironcrosses Grow” fue una declaración de principios en toda regla.
DISMEMBER recuperaron la brutalidad de antaño, perdida progresivamente en trabajos
buenos, pero algo descafeinados como “Massive Killing Capacity” o “Hate Campaign” y
demostraron que en el siglo XXI todavía restaba cabida para una banda que se
negaba a evolucionar de la forma que la inmensa mayoría de bandas han hecho
en los últimos años amoldándose a los nuevos cánones del Death Metal. Ciertamente
DISMEMBER no lo necesitan. Ellos crearon su estilo y han de ser ellos los que
lo reivindiquen en una época como la que vivimos actualmente donde parece que
ya casi nadie se acuerda como se las solían gastar en Estocolmo hace cosa de
15 años.
“The God that Never Was” es sin duda alguna el disco que todos los fans verdaderos
de DISMEMBER estaban esperando desde hace años. Su predecesor ya apuntaba alto,
pero puestos a buscarle una pega (El tiempo suele ayudar a encontrarlas), “Where
Ironcrosses Grow” destilaba excesiva melodía y por momentos carecía de la brutalidad
de antaño; Aquella que los suecos plasmaron en obras tan imprescindibles como “Like
an Everflowing Stream” o “Indecent and Obscene”. En esta nueva entrega, DISMEMBER
se han puesto manos a la obra para recuperar un trono, que todo sea dicho,
llevaba desocupado desde ya hacía unos cuantos años. Para ello, los señores
Estby, Blomqvist y Karki han desempolvado sus viejos vinilos de IRON MAIDEN,
SLAYER y AUTOPSY, los han metido en la batidora y se han pegado un buen festín,
que una vez regurgitado, todo sus fans vamos a saborear como agua de Mayo.
“The God that Never Was” lo posee absolutamente todo. Desde la velocidad endiablada
de sus primeros trabajos hasta los ornamentos melódicos repletos de emotividad
que siempre caracterizaron muchas de sus piezas más famosas. Con canciones
como “The God that Never Was” o “Shadows of the Mutilated” DISMEMBER te devolverán
a los días de “Indecent and Obscene”, contando la segunda de ellas con un interludio
melódico y unos punteados que ya los querrían muchas bandas de Heavy Metal.
Como manda la tradición, la duración de los temas no excede en apenas ningún
tema los 3 minutos, algo que sin duda ayuda a digerir el contenido de este
disco de una forma directa y sumamente eficaz. “Time Heals Nothing” te recordará a
los DISMEMBER de “Where Ironcrosses Grow” siendo quizá la pieza más melódica,
que no por ello suave, de todo el trabajo (¡Y con un riff inicial fusilado
del “Eit Auga til Mimir” de ENSLAVED!). De nuevo los punteados del señor Blomqvist
te helarán la sangre. “Autopsy” creo que no necesita presentación alguna. Si
te gusta el sonido crujiente, corrosivo, simplista y repleto de medios tiempos
de los AUTOPSY de Chris Reifert, gozarás de lo lindo. Inclusive se atreven,
a modo de pequeño homenaje, a prescindir de sus melodías dobladas de guitarra
puramente heavymetalescas para incluir otras que apestan a cadáver descompuesto
por todos lados y te recordarán seguramente al contenido de obras como “Severed
Survival” o “Mental Funeral”. DISMEMBER prosiguen con su ofensiva y van incluso
más allá en términos de brutalidad de lo que lo habían hecho nunca con una
pieza de nombre “Never Forget, Never Forgive” que dejaría a los actuales SLAYER
a la altura del betún. Para equilibrar un poco la balanza, “Trail of the Dead” se
abre con un riff de la escuela “Casket Garden” que no ha de llevarte a confusión
alguna; DISMEMBER han aprendido la lección y “Wolverine Blues” no hay más que
uno. Antes de que puedas sacar esta conclusión, David Blomqvist y Fred Estby
se enzarzan en un mano a mano que no dejará títere con cabeza. Deberían estar
muy cabreados ese día porque la intensidad y velocidad de “Trail of the Dead” hacía
mucho que no se dejaba caer por el universo DISMEMBER. “Phantoms (Of the Oath)” es
una instrumental, ¡Y menuda instrumental!. Si recuerdas “Tragedy of the Faithfull” y
su inolvidable pasaje melódico, esta “Phantoms (Of the Oath)” te dejará a cuadros,
gracias en parte al uso de melodías de guitarra dobladas y como éstas se van
sucediendo de forma ascendente. Si a un tema como este le hubiesen colocado
voces, seguramente sería de las más recomendadas del disco. Tras semejante
atracón de melodía, “Into the Temple of Humiliation” vuelve a dejar las cosas
en su sitio con un inicio de nuevo muy Autopsyano que acaba impregnando casi
toda la canción. “Blood for Paradise” sin embargo nos devuelve a los DISMEMBER
más clásicos en los que melodía y brutalidad se conjugan perfectamente a en
dosis similares. “Feel the Darkness” mira de nuevo hacia “Massive Killing Capacity” siendo
la única canción con esos tempos más pausados que aparece en todo este “The
God that Never Was”. De cualquier forma, en mi opinión “Feel the Darkness” superaría
sin problema alguno cualquier pieza en aquel disco aparecida. DISMEMBER cierran
su nueva entrega por todo lo alto con la que es seguramente la mejor pieza
de todo el disco, “Where no Ghost is Holy”. Desde su melódico principio muy
parecido al del clásico “Dreaming in Red” hasta el posterior acelerón a lo
AT THE GATES, incluyendo por supuesto la brutal forma con la que Matti Karki
arremete con sus gruñidos o los riffs rockeros del intermedio del tema seguidos
del mejor punteo del disco, la pieza que cierra este “The God that Never Was” se
perfila como uno de los grandes aciertos de DISMEMBER en los últimos 15 años.
De toda la generación de bandas suecas que afloraron a finales de la década
de los 80’s, DISMEMBER puede que sean los únicos que nunca dieron la espalda
a sus fans ni mucho menos a sí mismo editando discos mediocres o completamente
diferentes a lo que se podría esperar de ellos. Por tanto, la lealtad, la fidelidad,
el compromiso y la constancia deberían dar sus frutos consagrando de una vez
por todas a los auténticos padres del Death Metal aquí en Europa. “The God
that Never Was” es sin duda un argumento más que válido para justificar este
reconocimiento.
Javi Metal
Grupo:Dismember
Discográfica:Regain / Goi Music
Puntuación:9
Canciones:
- The God that Never Was
- Shadows of the Mutilated
- Time Heals Nothing
- Autopsy
- Never Forget, Never Forgive
- Trail of the Dead
- Phantoms (Of the Oath)
- Into the Temple of Humiliation
- Blood for Paradise
- Feel the Darkness
- Where no Ghost is Holy
Año:2006
Votación de los lectores:7.9375
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