Redemption: The Fullness Of Time

Redemption nos presentan con este “The Fullness
of Time”, su segundo disco, uno de los mejores discos de metal progresivo del
año. Esta banda estadounidense liderada por el “mastermind” Nick Van Dyck  pretenden
asaltar el trono del género valiéndose de la mítica voz de Ray Alder, como todos
sabréis, cantante de Fates Warning; y de una originalidad que desde tiempo atrás
se va viendo cada vez más inusitada.

La plenitud del tiempo que nos ofrece esta novedosa
banda viene estructurada en dos partes diferenciadas, por un lado tenemos los
cuatro primeros temas del disco, que están organizados individualmente y no
mantienen ninguna relación estilístico-lírica entre ellos y por el otro lado
encontramos el tema que da título al disco, “The fullness of Time” que aparece
divido en cuatro cortes.

Como viene siendo habitual, resulta imposible hablar
de metal progresivo sin nombrar a Dream Theater o a Symphony X, pero en esta
crítica no va a ser demasiado necesario ya que las similitudes en este caso
son mínimas, se puede hablar de alguna influencia, de algún pequeño guiño compositivo,
pero en ningún caso de plagio ya que lo que nos ofrece esta banda es algo que
suena muy Redemption. La música que nos ofrecen estos estadounidenses es una
perfecta mezcla entre melodía y ritmo. Riffs pesados y armonía van unidos de
la mano en conjunto y nos sobrecogen los oídos mientras la genial voz de Ray
Alder los susurra, todo sin descuidar las grandes letras que nos harán replantearnos
más de un concepto.

Desde el inicio del disco encontramos fuerza, contundencia
mezclada con grandes dosis de serenidad compositiva en forma de bellas melodías
y grandes solos que nos ofrecen la posibilidad de disfrutar con cada canción.
En los dos primeros temas, “Threads” y “Parker’s Eyes”, se puede hablar de influencia
sobretodo teclística por parte de Nick con unas melodías muy a lo “Accolade”
de Symphony X combinadas cabe destacarlo, con riffs Redemption 100% que ofrecen
una mezcla explosiva a nuestros órganos auditivos. Recordemos que en el anterior
disco, homónimo, Michael Romeo y Jason Rullo de SX intervinieron en el grupo,
pero nada más allá que su aportación en el predecesor de la obra que nos trae
hoy, la banda ha sabido perfectamente mantener las distancias y crearse un estilo
propio que va más allá de simples convencionalismos progresivos marcados por
dos grandes bandas.

“Saphire” el tema más largo del disco, ronda los
16 minutos y la banda interpreta de una manera magistral sus composiciones,
haciendo del receptor un simple ser expectante de lo que va a suceder en el
instante que le continúa. Grandes riffs, buenas melodías, increíbles dosis de
ambientación teclística con carácter oscuro recorren esta obra, que de buena
manera sirve de primer plato a lo que se nos avecina.

“The fullness of Time” se nos abre a través de Rage.
Siguiendo la línea lírica de la sucesión de temas y la evolución estilístico-musical
que sufre el grupo mientras avanzan los 4 cortes, toda persona en sus cabales
podrá cerciorarse del gran grupo en el que se convierten Redemption al saber
plasmar perfectamente en su música lo que nos cuentan en sus letras, cosa que
una minoría muy minoritaria (valga la rebundancia) es capaz de transmitir. “Rage”
empieza con unos treinta segundos de un trozo de película donde el hombre del
“tape” nos explica que cree en el ser humano, pero mientras nos lo cuenta sólo
nos ofrece las visiones negativas de nuestra especie, destacando así el mensaje
de lo que va a ser el primer corte de buen inicio. Mirando el título de la canción
Rage (rabia) y escuchando la música: frenetismo cañero a la onda de lo que podrian
ser unos Opeth mezclados con Dream Theater en Train of Though, con inyecciones
de Redemption en pura esencia, nos damos buena cuenta de lo que nos quieren
transmitir. Despair (desesperación) se inicia con un buen diálogo vocal del
maestro Ray Alder donde nos cuenta que el vacío y la soledad han colmado ya
su ser, dejando la rabia atrás, buscando nuevas soluciones y un confort en su
vida. El tema dispone de la mayor diversidad musical de los cuatro que componen
“The Fullness of Time” pasando por calma y momentos de exaltación, como nos
explican sus líricas.

“Release” (libertación) es quizás la “más excelente”
de “The fullness of Time”, donde el personaje se delata reflexivo ante lo que
le ha deparado y le deparará la vida, preguntándose el porque de su existencia
y dejando atrás la idea del suicidio, con ganas de alzarse de todo lo que le
había mantenido atrapado en su mente y liberarse de la soledad en la que estaba
immerso. Auditivamente hablando es un tema muy en la onda del anterior, pero
con la introducción de unos estribillos geniales. “Transcendence” (transcendencia)
la última parte, es un tema genial donde si creías que Ray Alder era la mejor
voz que habías escuchado en muchísimo tiempo, aquí dispondrás y podrás degustar
del colofón final. Redemption finiquitan el disco de una manera magistral, emotiva,
llena de sentimiento y sensibilidad.”Transcendence” la parte antagonista del
primer corte “Rage” muestra perfectamente la evolución musical y lírica que
he comentado con anterioridad, de la rabia y desesperación a la luz de la vida.
El personaje nos desborda con su pensamiento, sus sentimientos, y se olvida
de todas las mentiras y engaños que le habían llevado por un camino en el que
se encontraba perdido y enfurecido para salir al mundo exterior con ganas de
vivir. Musicalmente es un tema muy destacable, el frontman de Fates Warning
nos pone la piel de gallina de una manera alucinante como en todo el disco (la
de tiempo que un cantante no me hacía sentir algo igual), Nick ambienta, armoniza
y añade melodías que nos recorren cuerpo y alma, así como todo el grupo que
está completamente soberbio en todo el transcurso del disco, añadiendo su granito
en la formación de esta obra que de buen seguro algún día será recordada por
la comunidad metálica/progresiva.

Disco altamente recomendado a todo seguidor metálico,
realmente es una de las obras maestras de este año en todos los niveles y marcará
a las próximas bandas del género, sin lugar a dudas.