Cómo olvidar la irrupción de Rhapsody (ahora Of Fire) esa navidad de 1996. La banda irrumpió en la escena como un elefante en una cacharrería, fusilando las rapsodias de Paganini y sacándoles un jugo espectacular. No inventaban nada, cierto, pero nadie había llevado hasta ese punto el metal dado de la mano con la orquestación, también cierto. Era todo tan bonito que evidentemente tenía que haber trampa en todo ello. La realidad cayó como una losa al verles en directo pues toda esa ampulosidad y belleza quedaban en un festival de samplers y despropósitos. Y para rematar las cosas tras “Dawn of Victory” la oleada de power quedaba en marejadilla y Rhapsody quedaban a la deriva.

 

No les irían mejor las cosas tras ese bache pues se verían obligados a ponerle la coletilla de Of Fire a su logo y terminarían maniatados al fichar por Magic Circle Music. Los Manowar se impregnarían de lo bueno de los itálicos y estos terminarían huyendo. Nace con “The Frozen Tears of Angels” una nueva etapa para el grupo que, esperemos, suponga su despegue final; aunque como están las cosas, uno lo duda y mucho…

 

Siguen manteniendo el estilo y la esencia con el que les vimos nacer: velocidad, pompa, orquestaciones y barroquismo. Mantienen la intro marca de la casa y nos brindan una buena colección de “más de lo mismo” con algún repunte que otro de calidad. Curiosamente el tema “Crystal Moonlight” sería lo más destacado y curiosamente es el tema menos Rhapsody y más Labyrinth. De estribillo efectivo y tonada trabajada. Cristopher Lee (alias Drácula-Saruman) sigue siendo otro miembro más y sigue metiendo sus grabaciones. Esta leyenda viva del celuloide nunca terminará de pagarles a Luca y los suyos el brindarles la oportunidad de poder hacer realidad el sueño de ser cantante, aunque haya sido ya de octogenario.

 

La lengua italiana ya es una habitual de sus canciones y la balada animada “Danza di Fuoco e Ghiaccio” se encuentra entre lo más notable del presente disco. Siguen apostando por esos cortes complejos, de largo minutaje, atmosféricos y plagados de cumbres y valles. El clavicordio de Staropoli toma el protagonismo puntual pero son la guitarra de Turilli y la voz de Fabio Lione. La banda considera que ha vuelto a transitar por el speed metal y muestra de ello es otro de los cortes estrella: “Raging Starfire” pero en temas como el medio tiempo “Lost In Cold Dreams” caen en la repetición esquemática de ideas y el flojo ángel compositivo. La monumental y extensa “The Frozen Tears of Angels gustará especialmente a todos sus seguidores que disfruten más de la esencia de la banda, una montaña rusa en la que demuestran todas sus posiblidades y sus influencias clásicas. Mención especial merece el riff final y la endiablada velocidad conseguida apoyada en el “Hollywood metal”.

 

Disco correcto con todos los ingredientes puramente Rhapsody of Fire aunque con la pájara compositiva y todas las dolencias que siguen arrastrando en sus últimos discos. Es innegable que poseen un estilo reconocible, que mantienen la identidad y que consiguen grandes momentos e incluso algunas buenas canciones, pero definitivamente quedan muy lejos de sus primeros tres discos. Aún y así la banda empieza una nueva etapa con Nuclear Blast y hasta ha entrado en listas de muchos países, pero dudo que el power metal vuelva a vivir otra etapa dorada. Una lástima pues la banda siempre apuntó muy alto y la suerte nunca les dedicó una sonrisa amable.

Jordi Zelig Tàrrega

Grupo:Rhapsody Of Fire

Discográfica:Nuclear Blast

Puntuación:7.2

Canciones:

  1. Dark Frozen World
  2. Sea Of Fate
  3. Crystal Moonlight
  4. Reign Of Terror
  5. Danza Di Fuoco E Ghiaccio
  6. Raging Starfire
  7. Lost In Cold Dreams
  8. On The Way To Aino
  9. The Frozen Tears Of Angels

Año:2010