Control Denied: The Fragile art of Existence (re-release)

Mientras decenas de miles de seguidores de Chuck Schuldiner esperan todavía que algún día vea la luz el esperado nuevo trabajo de CONTROL DENIED que el propio Chuck dejó a medio acabar poco antes de fallecer, Relapse Records pone en circulación en estos días la enésima reedición de “The Fragile Art of Existence”, el disco que editó Chuck con CONTROL DENIED poco después de lanzar la última obra de DEATH, “The Sound Of Perseverance”.

Hacer a estas alturas una revisión periodística del disco, sería un tanto absurdo, básicamente porque quién más o quién menos, todo el mundo que debía oírlo lo ha hecho ya. En caso de que seas uno de esos despistados que se entera siempre tarde de las cosas, deberías saber que “The Fragile Art of Existance” vendría a ser un nuevo disco de DEATH, con la excepción de que Chuck ya no canta aquí sino que ha dejado paso a Tim Aymar, un tipo con una portentosa voz heavy metalera, capaz de darle un nuevo enfoque a las composiciones del señor Schuldiner.

El caso es que esta reedición, la verdad sea dicha, tampoco tiene mucha razón de ser. Por lo visto el disco ha sido remasterizado –como si hiciese falta- (Por cierto, ¿Y esto quién lo decide? Es decir, Chuck hace casi una década que falleció… ¿Quién es nadie para decidir si el trabajo requiere de una remasterización? Hay cosas que nunca entenderé…), e incluye un puñado de rarezas de toda clase, repartidas en 2 cd’s bonus extra, el segundo de los cuales solo se encuentra en la versión en digipack de esta reedición.

De todo este material añadido, la verdad, salvo algunos temas del disco en su versión demo cantados por Chuck, poca cosa interesante más encontraremos. De hecho, es más por curiosidad que por otra cosa pues Chuck, con voz limpia, tampoco era nada del otro mundo. El resto son versiones demo realizadas con un sonido que va de atroz a decente, entre 1996 y 1999.

Por supuesto, si no posees el disco original, ahora tienes una buena excusa para hacerte con él. Siempre y cuando, claro está, todo el tinglado este de los temas extra no te suponga un reembolso extra considerable. Porque de ser así, pasa del asunto y búscate la versión original de Nuclear Blast o la primera reedición de Metal Mind, que seguro que todavía se encuentran fácilmente por ahí.