Les ha tocado vivir en una época del consumo fácil y rápido, y por eso su propuesta no creo que conecte de una manera inmediata con el oyente. Los que se tomen la molesta de apreciar su música como lo que es, descubrirán un universo sonoro como pocos.

Desde el momento que descubrí a NAMI con ‘Fragile Alignments’ (leer reseña), se convirtieron en una debilidad (además de una espina, ya que aún no pude verlos en directo). Facturaron uno de los mejores trabajos de 2011, y ponían a Andorra en el mapa de rock y metal junto a PERSEFONE; otros que mancos precisamente no son. Terminaba la review de aquel debut con una frase: “puede agradar tanto a los amantes de grupos extremos como de composiciones más relajadas…. siempre que seas abierto de mente. Van de un extremo a otro como si nada y con una naturalidad que asusta”. La misma se puede aplicar a ‘The Eternal Light of the Unconscious Mind’.

Los extremos van y vienen, NAMI tienen facilidad para mutar de estilo de un tema a otro, o jugar en uno solo a los cambios de ritmo y género. Y han sabido mostrarlo en pinceladas a través de sus redes sociales en general, y su canal de Youtube en particular, con el teaser de rigor, un par de studioreports, además de un lyricvideo y el clip supercurrado de ‘Ariadna’. En el álbum, antes de ella, tenemos ‘The Beholders’, donde nos encontramos de sopetón con ocho minutazos variados (quizá demasiado para empezar), que van desde un comienzo agónico a un final atmosférico, pasando por el progresivo, partes cercanas al death, ricas melodías vocales… Si no conoces a la banda y te pones esto para empezar, puede que te choque de primeras. ‘Ariadna’, en cambio, a pesar de tener también  cambios de todo tipo, se muestra más accesible en muchos momentos. Mirando la duración, uno podría pensar que es en ‘The Animal and The Golden Throne’ o ‘Bless of Faintness’ donde nos encontramos el lado más directo del grupo… pero no es así. En esos dos cortes simplifican su propuesta al mínimo, tratándose prácticamente de seis minutos de interludio ambiental, partiendo el disco en dos.

La primera mitad la completan ‘Silent Mouth’, que tarda en arrancar pero cuyo último minuto y medio es de lo mejor del álbum, y la ecléctica ‘Hunter’s Dormancy’, no apta para todos los públicos. La segunda, sigue la onda atmosférica en ‘Hope in Faintness’ (otro de los momentos más destacados lo escuchamos en toda ella), pausa por completo en una (quizá sobrante) ‘Crimson Sky’ y estalla en ‘The Dream Eater’, donde hay que mencionar lo bien que ensamblan el solo de saxo con los arreglos de guitarra… aunque de nuevo vuelven a jugar tanto con su sonido, que en muchos momentos no sabes por dónde van a salir, si van a terminar el tema o darle una vuelta de tuerca más. No es de extrañar que la producción y mezcla haya recaído en Jens Bogren, ya que el sonido que ha conseguido en trabajos de OPETH, KATATONIA o THE OCEAN es perfectamente aplicable a lo que aquí nos encontramos. Es más, en su bandcamp, encontramos alguno de esos nombres junto a la frase «for fans of», junto a otros como TOOL, ISIS, GOJIRA o MASTODON. Para dar más pistas de por dónde van los tiros.

Siendo sinceros y realistas, la frase del párrafo anterior “no apta para todos los públicos” se puede aplicar a ‘The Eternal Light of the Unconscious Mind’ en su totalidad. NAMI son muy buenos, muy técnicos, y a pesar de toda la variedad musical que son capaces de ofrecernos en algo menos de una hora, suenan tremendamente heterogéneos. Pero les ha tocado vivir en una época del consumo fácil y rápido, y por eso su propuesta no creo que conecte de una manera inmediata con el oyente. Los que se tomen la molesta de apreciar su música como lo que es, descubrirán un universo sonoro como pocos. Pero claro, hay que tomarse un tiempo que no todo el mundo tiene (ni quiere “perder”).

Grupo:Nami

Discográfica:Year of the Sun

Puntuación:8

Canciones:

  1. The Beholders
  2. Ariadna
  3. Silent Mouth
  4. Hunter's Dormancy
  5. The Animal and The Golden Throne
  6. Bless of Faintness
  7. Hope in Faintness
  8. Crimson Sky
  9. The Dream Eater

Votación de los lectores:5