Realmente interesante se presenta este nuevo lanzamiento de WELTEN BRAND. Prácticamente todo lo ha sido desde que comenzaron; y es que ha llovido mucho desde que en 1995 el pequeño principado de Liechtenstein viera el nacimiento de esta banda, no exento de cierta polémica.

 

Pongamos que los miembros de ERBEN DER SHOPFUNG con la malograda Sabine Dünster (ELIS) al frente entran en conflicto y acaban en los tribunales, en una lucha continua por los derechos y el nombre de la banda.

 

De esa separación Oliver Falk busca nuevos compañeros de andanzas y habla, entre otros, con Thomas Rainer de L’AME IMMORTELLE acerca de su interés sobre la formación de un nuevo proyecto fresco, diferente, basado en el gótico y la ebm. Todo queda en agua de borrajas y lo que finalmente sí sale a flote es WELTEN BRAND con un estilo neo clasicista oscuro, muy influenciado por la darkwave.

 

Es así como WELTEN BRAND editan cuatro discos en un periodo de seis años, dando rienda suelta a su gusto por la música clásica ambiental, la música gótica y los sonidos tristes. Su estilo romántico se ve muy bien solapado por la imagen de la banda, cuidada en todo momento; y que es parte del encanto de WELTEN BRAND. Sin ir más lejos, las últimas instantáneas de la banda fueron tomadas en un castillo medieval, escenario más que propio para la formación.

 

La propuesta musical se basa en la combinación de teclados con violines y demás instrumentos accesorios. No hay metal, ni rock, por tanto. Aún así, el estilo no es tampoco plenamente ambiental. Hay pasajes muy identificables con la música que hacen formaciones como LACRIMOSA y partes más cercanas a EISHEILIG o bandas del ramo.

 

La banda llamó la atención de la mismísima Liv Kristine y de su marido Alex Krull, llegando a contar incluso con su colaboración en el tercer álbum de WELTEN BRAND, que sigue una línea mágica, lleno de encantos legendarios.

 

En esta ocasión los nueve cortes se concentran en algo más de cincuenta minutos. Hay desde partes corales, a música de cámara o incluso tramos con un estilo más bombástico. Sorprende la manera de hacer música de este quinteto que no emplea ni el más mínimo sonido de guitarra eléctrica. Percusión casi de película y teclados omnipresentes, junto a esporádicas líneas de bajo son todo lo que encontraremos, además de los mencionados instrumentos de cuerda y algún que otro arreglo de viento.

 

La banda ha sufrido algunas ausencias importantes, solventadas sin graves problemas. Mario Jahnke fue presentado recientemente como nuevo batería y Dina Falk ocupó la vacante de la anterior vocalista Simone, quien abandonara la formación por su embarazo y cuestiones personales. Este último reemplazo tiene miga, ya que Dina es la esposa de Oliver, líder y principal compositor de WELTEN BRAND. Así que, una vez más, todo queda en familia.

 

Con sugerentes títulos de las canciones, el disco comienza con “Bewitched Herds Boy”, tema que la banda ha incluido en el reciente dvd recopilatorio lanzado por Napalm Records. Con un estilo vocal muy cercano al de la propia Liv Kristine, Dina expone sus dotes en “The Ghost Of New Year’s Eve”. Y a partir de aquí todo es un ir y venir de ambientes y escenarios. La tenebrosa y operística “Foal in an egg” probablemente sea de lo mejor del álbum; y para acabar, la curiosa “Gipsy Magic” pone el colofón con un sonido que vagamente recuerda a FALKENBACH, excluyendo voces y arreglos.

 

En definitiva, una propuesta curiosa que se aprecia dada la cantidad de material idéntico que hoy en día corre por las estanterías de las tiendas de discos. Interesante propuesta sólo apta para amantes de sonidos relajados y atmosféricos.

 

Alejandro Pérez

Grupo:Welten Brand

Discográfica:Napalm/ Goi

Puntuación:8.2

Canciones:

  1. Bewitched Heroes Boys
  2. The Ghost Of New Years Eve
  3. Question By The Night Of Ghost
  4. The Frecnch And The Wine
  5. The End Of The Wizard
  6. Among Them
  7. Foal In A Egg
  8. Overhead
  9. Gispsy Magic

Año:2006