Motley Crue: The End – Live In Los Angeles

Despliegue absoluto de medios, gran sonido, excelente edición y una banda que suena bien y llena de energía. La cuestión es que la edición hace mucho a la hora de conseguir que se perciba el show como dinámico y enérgico.

Cuando bandas como Motley Crue se despiden de los escenarios (sea cierto, como parece ser en este caso o mentira como en la mayoría de las ocasiones) te invade cierta sensación de fin de ciclo, tristeza o vacío. En el caso de Motley Crue, lo cierto es que necesitaban colgar los hábitos de una vez. La banda se había convertido en otra habitual del circuito de la nostalgia y sus directos comenzaban a perder fuelle, con un Vince Neil cada vez más desganado, un Tommy Lee cada vez más alejado del resto de sus compañeros de banda, Mick Mars en estado frágil y Nikki Sixx como único tipo realmente motivado sobre el escenario. Aunque “The End” muestra la versión technicolor, animada y repleta de explosiones de Motley Crue, lo cierto es que la anda estaba rodando en reserva. Incluso cuando el equipo de esta web fue a verlos a Dusseldorf un mes antes de la grabación de este DVD de despedida en Los Ángeles la sensación final fue de absoluta frialdad, pese a haber visto un show tecnológicamente espectacular pero sin alma.

El DVD “The End – Live Los Angeles” es un documento a la altura de las circunstancias. Despliegue absoluto de medios, gran sonido, excelente edición y una banda que suena bien y llena de energía. La cuestión es que la edición hace mucho a la hora de conseguir que se perciba el show como dinámico y enérgico. En ese sentido el director, Christian Lamb, ha hecho un gran trabajo. Ves el DVD y te entran ganas de estar esa noche en aquel concierto. Sin embargo, si uno se dejaba llevar por los videos de YouTube, más realistas y mundanos, la sensación solía ser un poco más agria. El caso es que, como producto, como testamento de la vida de Crue, “The End” está a la altura.

Es especialmente remarcable que Crue haya optado por dejar los fallos del show en el montaje final. A Tommy Lee se le fastidió el solo de batería a medias y tuvo que ser rescatado de su propia montaña rusa y dar comienzo anticipado al solo de guitarra de Mick Mars. Los gritos desafinados de Vince Neil en ciertos momentos están ahí para uso y disfrute del respetable. Lo mismo con su manía de cantar tres de cada cinco palabras de las canciones. No tendría sentido que en la era de YouTube este tipo de lanzamientos fuesen tan intensamente retocados como los de los años 70, 80 y 90, cuando los discos en directos terminaban siendo obras de estudio con sonido de público agregado. Motley Crue -que ya llevan un buen montón de pistas pregrabadas en sus directos- han hecho lo correcto respetando en la medida de lo posible la integridad del show en directo que efectuaron aquel 31 de diciembre de 2015.

Los momentos más destacados del DVD son aquellos que tienen más carga emotiva. El más evidente es “Home Sweet Home”, donde la banda se encuentra para hacer un bis en un pequeño mini-escenario en medio del auditorio. La emoción de Vince cantando la canción por última vez o la cara de absoluto agradecimiento de Nikki son contagiosas y es complicado no dejarse llevar por el momento. En el extremo opuesto, “Kickstart My Heart” nos recuerda lo grandes que pueden llegar a ser los Crüe en directo. El tema da inicio con Vince felicitando el nuevo año y dejando que miles de globos caigan sobre el público mientras Mick Mars asesina su guitarra a palancazo limpio. Y acaba con la banda elevada varios metros sobre el público en plataformas hidráulicas mientras todo el escenario estalla en mil explosiones sincronizadas y el confetti lo invade todo. Dos momentos opuestos pero capaces de recordar que Motley Crue fueron una banda que te erizaba el vello en sus mejores noches.

Una gran manera de despedirse pero no nos olvidemos de que tampoco tenían nada más que seguir ofreciendo, excepto otra gira de grandes éxitos más. Adios Motley, fue un placer.