A riesgo de convertirse en carne de retrocrítica, The Metal Circus recupera en operación especial este lanzamiento antes de que sea demasiado tarde. El objetivo: constatar todo lo que se ha dicho, se dice y probablemente se dirá, acerca del álbum de los holandeses EPICA. A fin de cuentas, es la opinión desprendida después de escuchar el álbum.

La línea de análisis a seguir está en consonancia con las buenas impresiones recibidas desde la otra parte de la barrera, esto es, desde la que ocupa el público de la banda que ya ha podido disfrutar de la escucha de los temas en sus casas y que, en algunos casos, incluso ha podido comprobar su puesta en funcionamiento a través del directo. Sin ir más lejos, desde nuestra posición contamos con la experiencia en vivo durante la pasada edición del festival belga Metal Female Voices Fest.

Las sensaciones recogidas en aquella ocasión vienen muy al caso; y es que el álbum sirve de punto de partida para comprender la situación actual de la banda. Es indiscutible que la faceta de popularidad creciente se la lleva Simone Simons, seguida de cerca por Mark Jansen. Nada ha cambiando en este aspecto, aunque se haya puesto tierra de por medio entre ambas figuras. Por una parte tenemos todavía fresco todo aquel circo de rumores que situó a Simone en las listas de posibles sustitutas de Tarja para NIGHTWISH. Era difícil de creer, pero cosas más raras se han visto. El caso es que en aquel momento se dejó de hablar de las posibles consecuencias que aquello traería para EPICA, concentrándose el debate en la figura de Simone exclusivamente. La banda se encontraba en los albores de una nueva etapa junto al sello que hoy por hoy parte el bacalao en el terreno del metal sinfónico en Europa: Nuclear Blast. Además, y huyendo de la crónica social, simplemente cabe destacar que las dos figuras sobresalientes de la formación dejaron de compartir una relación sentimental, cuya ruptura desembocó en una nueva unión de la cantante pelirroja con un miembro de KAMELOT y el consiguiente traslado de la vocalista a Alemania. Jansen también tiró por su lado, pero la evidencia estaba ahí: la banda había quedado fragmentada, aunque sólo fuese en términos de localización.

Pasó el Verano y tras las sesiones de presentación del disco en el estudio, “The Divine Conspiracy” salió a la calle con un importante aparato de promoción funcionando desde la sombra. Los resultados no se hicieron esperar y la banda llegó a alcanzar posiciones destacadas en las listas holandesas (#9), francesas (#35) o Suizas (#29).

El disco sin duda gusta; la banda se muestra conforme con el resultado y se comienza a hacer balance sobre el estado actual de la formación. Está claro que Mark tiene la batuta, y no se encoge a la hora de plantear la música tal cual la concibe. Las guturales siguen ahí, y ya puede ser el tema melódico – pongamos el caso de “Never Enough”, single de la banda – que si merece la pena incluirlas, ahí estarán. Caso aparte son las diabluras incluidas en temas como “Chasing the Dragon” donde se puede pasar de la dulzura a la miseria en cuestión de segundos.

La tónica general de este trabajo no ofrece lugar a dudas: la suma de elementos parece que da buen resultado. De nuevo los guiños más bombásticos, los detalles orientales y los coros y partes más sinfónicas tienen cabida en temas con un alto nivel orquestal como son “La’fetach Chatat Rovetz – The Last Embrace” donde los beats y ritmos vertiginosos hacen estragos en beneficio de la labor desempeñada por el ex – AFTER FOREVER. La verdad es que la banda sigue guardando ciertas similitudes con esta última formación; y pese a que aquellos han seguido un camino mucho más centrado en el heavy, éstos siguen fieles a su idea de Gothic Metal de comienzos de siglo y siguen confiando en las melodías embaucadoras y en la dupla de voces femenina dulce – masculina rasgada.

Lo que sí que es denunciable y requiere un toque de atención es la repetición de patrones, que si bien es tónica habitual en muchísimos grupos, en el caso de EPICA se acentúa en algunas de las canciones de sus tres álbumes de estudio, a excepción de la música de “The Score”.

Mención aparte merece el buen resultado que saben sacar estos músicos a los coros, a las orquestas y a toda aquella posibilidad de arreglo surgido de la nada y que encajan sin necesidad de calzador en las tres partes consecutivas de “The Embrace That Smothers”.

La sorpresa llega en “Beyond Belief”, no se si es debido a las prisas de la promoción o a que se trata de una versión no definitiva, pero el corte suena mucho menos pegadizo que los del resto del álbum. Desde luego, no será por horas que le han metido en el estudio. Ni por presupuesto, que se antoja más alto que el que barajaron con Transmission Records, por mucho que la casa alemana limite mucho su inversión de dinero en los lanzamientos (palabras mayores son las cifras movidas por NIGHTWISH, en cualquier caso, gestionadas de manera diferente a las habituales).

¿Qué más encontramos en el disco? Pues algún que otro medio tiempo de esos que ponen a Simone en el foco de todas las miradas. Siempre encontraremos ese tipo de canciones en las que la cantante comparte protagonismo con teclado y/o elementos de orquesta.

La recta final no es menos interesante, con temas que ahondan en la “teoría del arreglo”, a saber, canciones con diversos matices y aportaciones ornamentales. Desde luego, al menos en “Sancta Terra” los coros son los que se llevan la palma y siendo interpretados de la manera que esperamos, llamarán la atención de muchos profanos en la materia.

El cierre lo pone “The Divine Conspiracy”, que tras un comienzo dubitativo desemboca en partes 100% EPICA. No podía ser de otro modo.

La única duda que cabe es la planteada en los comienzos de estas líneas. La banda trabaja a la par, pero en ocasiones parece poco cohesionada. Los gestos de complejidad sobre el escenario son algo forzados, y para demostrarlo sólo nos atenemos a lo visto en Bélgica, con una Simone fría y una banda que parece preferir ir por un camino que en ocasiones difiere del tomado por la cantante. Tiempo al tiempo, y veremos si discos como “The Phantom Agony”, “Consign To Oblivion” o este mismo “The Divie Conspirancy” se ven refrendados por el trabajo continuo de la formación. Al menos, por ahora, parecen seguir por esa senda. Y tras su tour con SONATA ARCTICA partirán hacia Estados Unidos para seguir con su frenética actividad de giras. Probablemente volvamos a escuchar hablar de ellos pronto. Estaremos esperando.

Alejandro Pérez

Grupo:Epica

Discográfica:Nuclear Blast / Mastertrax

Puntuación:8

Canciones:

  1. Indigo (Prologue)
  2. The Obsessive Devotion
  3. Menace Of Vanity
  4. Chasing The Dragon
  5. Never Enough
  6. La fetach Chatat Rovetz - The Last Embrace
  7. Death Of A Dream (The Embrace That Smothers Part VII)
  8. Living A Lie (The Embrace That Smothers Part VIII)
  9. Fools Of Damnation (The Embrace That Smothers Part IX)
  10. Beyond Belief
  11. Safeguard To Paradise
  12. Sancta Terra
  13. The Divine Conspiracy

Año:2007