Rage: The Devil Strikes Again

En directo dan bastante peso a este “The Devil Strikes Back”, especialmente a los temas más duros y más clásicos. Así que sí; si queréis proclamar que Rage han vuelto… podríamos estar de acuerdo. Pero si creéis que Smolski era el malo de la película, estáis bastante equivocados…

Vaya, parece que una vez ha desaparecido de Rage Victor Smolski todos los males se han curado en el grupo… Y no es así exactamente. Cuando el ruso guitarrista entró en Rage aportó sangre nueva y una ristra de discos más que interesantes, a la vez que algunos temas clásicos imprescindibles. Pero Peavy cedió todo el protagonismo compositivo a Victor. Le era tan cómodo que llegó a decir en una entrevista que no concebía Rage sin el ruso. Craso error… Victor ha hecho y deshecho hasta que la cosa cayó en saco roto. “Carved in Stone” fue quizá su último gran disco y “21”el punto más bajo. Le tocaba a Peavy Wagner dar un volantazo a la carrera de “SU” banda. Primero una gira con antiguos compinches rememorando los discos clásicos bajo el nombre de Refuge, y ya con las pilas puestas y el GPS compositivo apuntando hacia ese sonido clásico, un disco nuevo con mensaje: “The Devil Strikes Again”.

Marcos Rodríguez a la guitarra y Vassilios Maniatopoulos a la batería completan los tres lados del triángulo y los ecos de “Black in Mind” (sobretodo) y “End of All Days” resurgen en la canción que da título al disco. Típico tema trepidante y pegadizo que solía abrir sus discos y una demostración palpable de que la banda funciona y que el grupo suena como la gente espera. “My Way” es el single de avance, interesante y cumplidor a la vez que melódico. Gran inicio de disco. El venezolano de las seis cuerdas cumple su tarea a la perfección sin sobre-adornarse y en algunos detalles da pequeños homenajes a Smolski. Al fin y al cabo, fue una parte importantísima del sonido Rage. “Back on Track” mantiene la dureza y el riff marcado marca de la casa, aunque en general es un tema accesible y melódico. Otra de las cartas con las que suele jugar Rage y ganar. Esos mismos terrenos transita “The Final Curtain”, muy melódica pero con un protagonismo total de las seis cuerdas de Marcos. Perfecto Vassilos a lo largo del disco sonando como los baterías de finales de los 90 en Rage.

En “Deaf Dumb and Blind” hay el mejor solo del disco. Bien por el venezolano que incluso deja el detalle de hacer un guiño al riff de “Refuge”. Bueno… todo el tema está muy inspirado en “Refuge”. Hímnica ha salido “War” con un Peavy haciendo un buen trabajo vocal. Ha pasado el tiempo pero se ha adaptado a sus facultades actuales y estos medios tiempos endurecidos le sientan de maravilla. Vuelven a jugar magistralmente con las melodías y especialmente con la línea vocal de “Ocean Full of Tears”, con un solo imaginativo y colorista de guitarra. En “Spirit of the Night” sí que hay una vuelta acusada a los tiempos de “Trapped!”, incluso en la forma de componer. Pero la voz de Peavy no es la de antaño, claro. “Times of Darkness” cumple y “The Dark Side of the Sun” cierra siendo uno de los puntos álgidos de la obra. Tema sumamente original, veloz y contundente. De inspiración oriental, con otro solo magnífico, y por momentos, sonando como los Rage más primerizos. En directo puede dejarnos K.O.

Un disco bastante más directo y fácil tras obras más complejas e indigestas como “21” o marcadamente orquestales como “LMO”. Más que un acercamiento a sus inicios lo veo más en onda “Black in Mind” y “End of All Days”. No hay la velocidad de “The Missing Link”, pero si una puesta al día del estilo que les hizo famosos. Los nuevos fichajes funcionan como si llevaran toda la vida y el disco es de lo mejor que han parido en años. Si echáis una ojeada al setlist que va tocando el grupo, es una auténtica gozada. Por fin Peavy puede elegir sin presiones lo mejor de toda su carrera, incluyendo discos como “Ghost” y “XIII” de su etapa orquestal. En directo dan bastante peso a este “The Devil Strikes Back”, especialmente a los temas más duros y más clásicos. Así que sí; si queréis proclamar que Rage han vuelto… podríamos estar de acuerdo. Pero si creéis que Smolski era el malo de la película, estáis bastante equivocados…