Deadsoul Tribe: The Dead Word

DEADSOUL TRIBE no es una formación que levante pasiones precisamente. Sus
tres discos editados anteriores al protagonista de esta reseña, gozan de una
calidad indiscutible, pero carece de ese gancho, de ese algo, que los eleve
a una posición más alta dentro del duro mundo del progresivo. No se le puede
achacar a su líder Devon Graves un fluir de ideas inmovilistas, ni mucho menos,
estar posicionado de forma anclada en una serie de estereotipos al uso, pero
lo dicho, DEADSOUL TRIBE no gusta a todos los públicos por igual, y contra
eso, poco se puede hacer, aunque la convicción de que el potencial de esta
banda aún está por explotar, sigue en pie con este nuevo “The Dead Word”.

En este trabajo han dejado un poco de lado el sonido TOOL de los que eran
deudores en su anterior “The January Tree”, aunque las iniciales “A Flight
On An Angels Wing” y “To My Beloved…” nos indiquen casi de forma errónea, que
esta nueva andadura continúa por el mismo camino. Pero no; la intensidad ,
que no rapidez, de cortes posteriores como “Don’t You Ever Hurt?”, “Let The
Hammer Fall” (atención al trabajo de la batería de Adel Moustafa en ambas)
o “The Long Ride Home” con la que cierran, demuestran un mayor protagonismo
de las guitarras y un menos uso, pero no de forma radical, de ritmos densos
y arrastrados.

“The Dead Word” es un trabajo muy llevadero por la variedad de características
que incluyen sus canciones. Ejemplo de ello pueden ser, “Some Sane Advine” con
un juego de guitarras acústicas muy conseguido; el interludio baladistico “Someday”,
con una interpretación vocal de Devon Graves llena de calidez; o “My Dying
Wish”, curioso corte guiado por sintetizadores y scratches con una melodía
vocal de máxima inspiración y una atractiva atmósfera envolvente. Tampoco desmerece
la atención “A Fistful Of Bended Nails”, posiblemente el tema más completo
a nivel musical donde DEADSOUL TRIBE nadan entre las aguas del rock y del metal
progresivo con total naturalidad y sin estructuras forzadas.

Pocos peros se les pueden poner al cuarto trabajo de este grupo. Todo está en
su sitio, su imaginación compositiva e interpretativa no se pone en duda, pero
les falta coger un poco de impulso para llegar a cuajar con más facilidad en
los oídos de los seguidores del progresivo fuera de etiquetas complementarias.
Están a un paso, solo es cuestión de esperar.