Doogie White & La Paz: The Dark and the Light

El mosquito de la hiperactividad que picó a Steven Wilson y a Mike Portnoy parece que también picó a Doogie White. Este tipo está hasta en la sopa. El caso es que si hace unos mese recibimos DVDs y CDs de Tank, un disco en solitario y el debut discográfico de La Paz (estará en algunos de los montones de discos por reseñar), ahora, vuelve a arremeter con otra obra: “The Dark and the Light”. La historia de este grupo escocés es extraña. Se formaron en 1984 pero no llegarían a debutar ni  a grabar disco alguno. Décadas más tarde les tenemos reunidos. Obviamente el gran atractivo es Doogie a las voces pero realmente el mastermind de todo es el guitarrista Chic McSherry. También os sonará el baterista Paul McManus, ex de Mamas Boys. El resultado es heavy metal inglés del añejo, con aires de Tank y sobretodo de Saxon. Mucha clase y más tablas.

Los 10 cortes son muy accesibles y pegadizos y dejan entrever que fue una pena que este combo no llegara a grabar nada en su día. Destaca la épica y arábiga “Men of War”, muy a lo Dio. Ampulosa y con mucho protagonismo de teclados de Andy Mason. El disco cuenta con una intro y una outro, la primera para uno de los cortes claves: “Devil in Disguise”. Precioso corte, ampuloso pero profundo. Puro hard rock con otro deje evidente del mejor Dio. Remata su épica con un préstamo del famoso “Asturias” de Isaac Albéniz. Curiosamente en los créditos le dan las gracias al genio de Camprodón y nos recuerdan que no son los primeros en hacerlo pues ya en su día lo hacieron los Doors y Iron Maiden con el “Spanish Caravan” y “To Tame a Land” respectivamente. Este tema brilla con luz propia junto a la balada “Lonely Are the Brave”, otra composición exquisita. Muchísima clase para lucimiento total de Doogie.

Otra realmente grande y que posee el tratamiento de single es “Dont Drink with the Devil”. Lucimiento individual pero haciendo brillar a la composición. A pesar de que voz y teclas siempre toman la delantera hay que destacar, sobretodo, la enorme labor de McSherry a las seis cuerdas. Otra a destacar es “Little Black Book of Songs”, un corte con mucho sabor a Saxon y que abre fuego. Mucha clase y elegancia. El punto exótico y experimental viene a cargo de “Burlesque”, con toda una sección de vientos. A destacar la pulcra y perfecta producción que resalta todos los instrumentos y detalles. Añadir también la contundente “Old Habits Die Hard” con un teclado a lo Jon Lord de inicio. Corte muy entretenido y vacilón de aire feliz.

Si para su anterior disco regrabaron muchos de sus temas clásicos de los 80 esta vez han optado por material nuevo. Ni un pero a reprocharles pues La Paz como grupo tiene más cosas a ofrecer que otras bandas que han tenido continuidad desde la década de las hombreras. Hay temas realmente logrados y un material capaz de satisfacer a los amantes del hard rock. La Paz es una muy grata sorpresa. Evidentemente la inclusión de Doogie realza todo el contenido, pero que eso no tape lo global. Estamos ante una prometedora agrupación que de pasear su buen hacer por el Antiguo Continente pueden labrarse un nombre gira a gira.