Iced Earth: The Crucible Of Man (Something Wicked, Part 2)

Aunque hayan pasado más de 25 músicos por las filas de ICED EARTH desde su debut en 1990, sin duda, la vuelta de Matt Barlow es la que más ha agradado a la mayoría de su base de fans. Es uno de los sellos de identidad de los norteamericanos, una pieza reemplazable sí (ahí hay un par de entregas con Ripper Owens para corroborarlo), pero difícil de igualar. El caso es que el ansiado retorno, ha surgido en medio de la entrega conceptual “Something Wicken”, cuyo génesis es el fantástico y hasta ahora insuperable “Something Wicked This Way Comes”. La primera entrega, recordemos, fue “Framing Armageddon” con Ripper Owens a la voz. Con la vuelta de Barlow publicaron el single “I Walk Among You” a la espera de la segunda parte, este “The Crucible Of Man”. Todo esto ha pasado en un año, un tiempo aparentemente corto, pero como ha declarado más de una vez su líder Jon Schaffer, la música ya estaba compuesta y lo único que se ha cambiado ha sido de narrador en esta particular historia conceptual. Pues bien, ya sabemos – por si seguía habiendo alguna duda – quien se debe llevar las alabanzas o las calabazas de este trabajo.

Tras muchas escuchas, por eso de no dejarnos engañar por la euforia tras la vuelta de Barlow, “The Crucible Of Man” es quizás el trabajo más monótono que haya grabado ICED EARTH en su historia. Al nivel de sus inicios. Puede sonar duro, pero por lo menos bajo mi punto de vista es así. Es más, después del buen sabor de boca del single “I Walk Among You”, este disco parece un timo en toda regla. 

Aunque en cierto modo se ha dejado de lado los juegos atmosféricos de “Framing Armageddon”, y se ha recuperado los elementos más básicos de su sonido, este trabajo transcurre a través de una serie de temas a medio tiempo, donde la falta de fuerza y de garra hace que se caiga en la zozobra con suma facilidad. No es que “Minions Of The Watch”, “Crown Of The Fallen” o incluso “Something Wicked (Part 3)” por poner algunos ejemplos, no tengan parte de encanto. Son cortes típicos y con la personalidad de la banda por bandera, pero, ¿Dónde se han dejado la inspiración?. A un grupo estandarte del power/thrash norteamericano hay que exigirles mucho más. Y es que con los dedos de una mano se pueden contar las canciones destacables de este álbum, y no creo que sea una buena señal.

El primer momento llamativo es la balada “A Gift Or A Curse”, donde Barlow nos muestra todas sus bondades de forma libre y emotiva. En medio de ese revuelo de constantes repeticiones de esquemas, nos topamos con “I Walk Alone”, donde aparecen todos los elementos conocidos de la banda pero con la chispa necesaria que la hace destacar dentro del listado. Aunque sea un tanto repetitiva, será muy adecuada para el directo. Y ya, prácticamente al final, ICED EARTH enseñan los colmillos (¡por fin!) y aprietan fuerte con “Divide And Devour”. A continuación nos regalan “Come What May”, el tema por excelencia de este trabajo. Larga, épica, con constantes cambios de ritmos, con contundencia… Lástima que esa inspiración que se echaba muy en falta llegue al final. 

Quiero insistir en que “The Crucible Of Man” no es un mal disco. De hecho, firmado por otra banda estaría mejor considerado. Pero estamos hablando de ICED EARTH, con Barlow de nuevo en el seno de la banda, y en un momento de su carrera donde tienen que dar lo mejor de sí para no comenzar a caer en el olvido después de una temporada cargada de vaivenes. Esperemos que en su próxima entrega Jon Schaffer reconsidere el camino a seguir y parta de cero. Con ganas, con decisión. Los edificios se deben comenzar por los cimientos. Si a día de hoy no son capaces ni siquiera de acercarse al nivel de “The Dark Saga” o “Something Wicked This Way Comes”, pueden llegar a ser indiferentes para el público sin necesidad de esforzarse.