Papa Roach: The Connection

No es que quisiera ir a contracorriente de la opinión generalizada, pero el cambio y evolución que tuvo PAPA ROACH con ‘The Parammour Sessions’ a mí me encantó. De haber seguido haciendo algo parecido a ‘Infest’ (que también me gusta lo suyo) seguramente se hubieran convertido en un grupo más de esos que alcanzaron la gloria con la entrada del siglo XXI, y que poco después el gran público se olvidó de ellos.

Eso no quita para que fuera crítico con ‘Metamorphosis’, que era bastante inferior a pesar de moverse en el mismo terreno que su antecesor; ‘Time For Annihilation’ fue ese híbrido de nuevos temas (casi todos superiores a los del anterior lanzamiento) con directos varios, pero pasó bastante desapercibido. ‘The Connection’, por suerte, parece recuperar la buena senda que tenían hace seis años, mezclándola en algunos momentos con el grupo que irrumpió fuerte en el año 2000.

¿Elementos más antiguos? Se ven desde el principio con ‘Still Swingin’ y los amagos de rapeo de Jacoby Shaddix, un single ideal muy al estilo ‘She Loves Me Not’. Ese lado más frenético se nota también en ‘Breathe You In’, y de una manera más pesada, oscura y poderosa en ‘Where Did The Angels Go’. Pero no nos engañemos, son sólo pequeñas muestras de que el grupo sigue conservando algunos elementos de la época que saltaron a la fama, porque aquí sigue primando el hard rock moderno del que vienen haciendo gala los últimos años y que les ha valido para girar con gente de la talla de MOTLEY CRUE o BUCKCHERRY, que dudo mucho que con sus primeros trabajos pensaran que compartirían giras con grupos como ellos.

Dicho de otra manera, tras todo el boom de aquel mal llamado numetal, de cuya etiqueta reniega cualquier grupo que alguna vez fuera definido con ella (y son miles), la banda abrió miras y se volvió más accesible. Así se explican medios tiempos como ‘Before I Die’, arreglos electrónicos en una calmada ‘Leader Of The Broken Hearts’ y el final del álbum in-crescendo con ‘As Far As I Remember’. Y a pesar de los guitarrazos presentes en canciones como ‘Silence Is The Enemy’, ‘Give Back My Life’ o una más veloz ‘Not That Beautiful’, el grupo busca el gancho en unas melodías de estribillo pegadizas; estructuras sin complicaciones, a lo seguro, pero efectivas en su mayor parte. Vamos, que cortes como ‘Walking Dead’ o ‘Wish You Never Met Me’ no pasan desapercibidos; y conseguirlo con doce canciones tiene su mérito.