Domain: The Chronicles of Love, Hate and Sorrow

Nunca he sido especialmente fan de Domain, y a decir verdad hace años que me alejo de todos los productos que provengan de la escudería Limb. Pero gran sorpresa, primero por que se atreven estos alemanes a musicar e inspirarse en “Las aventuras del joven Werther” de Goethe, obra capital de la literatura universal y símbolo del Romanticismo. Una obra en que hizo que mucha gente se suicidara imitando al protagonista o que el propio Napoleón afirmara haberla leído unas siete veces merecía una reivindicación metalera. Y es que a veces parece que los heavies sólo han leído “El sr. de los anillos”!

En fin, dudo que nadie llegue a suicidarse por escuchar a Domain pero si que muchos apreciarán el alto nivel del grupo y la calidad de muchas de sus composiciones. De hecho este “Chronicles…” es su novena edición discográfica, buen trabajo que queda a años luz de sus inicios en los que siempre coquetearon con el hard rock más estándar.

Este disco conceptual se inicia con un buen tema como es “Picture the Beauty”, que sería todo un himno para “Domain” si no fuera porque el estribillo está escandalosamente plagiado del “Tears of the Mandrake” de Edguy. A pesar de ello podemos notar una producción pulcra, un nivel técnico muy elevado y un teclado que todo lo envuelve.

Las guitarras suenan de maravilla y hay muchos detalles exquisitos que muestran a una banda como una mezcla de power metal, progresivo y algo de hard rock. Grupos como Edguy, Symphony X o incluso Dream Theater (en los detalles más progresivos) os pueden cruzar la mente al escucharles.

Nicolaj Ruhnow es su nuevo fichaje a las voces, gran acierto pero especialmente destaca la habilidad a las seis cuerdas de Axel Ritt. La trabajada y algo ampulosa “Sweeping Scars” tiene mucho de los noruego-progresivos Pagans Mind, con los que han llegado a compartir sello discográfico. Con un riff a teclado notable y unos pasajes acústicos intercalados realmente logrados.

Por momentos da la sensación de sobreproducción y de excesivo barroquismo sonoro. De hecho el teclado trabaja constantemente metiendo un colchón sónico que puede llegar a hartar. “Circle of Give and Take” es un ejemplo inmejorable, buen tema, gran riff pero con todo el espacio repleto de detalles y dando la sensación de empacho.

“Haunting Shadows” tiene un inicio puramente progresivo aunque desemboca posteriormente en terrenos power muy trabajados. La verdad es que la influencia de Dream Theater es notoria a la vez que acertada. La cascada de power a ritmos intrincados se toma un respiro con la balada “Twelve Oclock”, templada, a acústicas y con una tesitura vocal por parte de Nicolaj diferente hasta este punto. A medida que avanza el corte terminan por dotarlo de la ampulosidad que les caracteriza.

El medio tiempo final recuerda excesivamente a la balada de Grave Digger “The Ballad of Mary (Queen of the Scots)”, sólo que puesta a medio tiempo y con los intrincados desarrollos de Domain.

Buen disco, poseen estilo propio, son grandes músicos y han estado inspirados pero dudo que alcancen popularidad o repercusión más allá de sus propios fans. Típico producto de la factoría Limb, y como tantas veces pasa en este sello, algo sobreproducidos. Lo que definitivamente va a serles un impedimento es que sus temas suenen excesivamente a otros grandes cortes de otras bandas. A pesar de todo ello hay que darles una oportunidad, el disco vale la pena, especialmente sus cuatro primeros cortes.