Anti Flag: The Bright Lights of America

Parece que a Anti Flag les ha llegado la hora de reinar por todo lo alto pues este THE BRIGHT LIGHTS… es una bomba de relojería en potencia, capaz de catapultarlos a un estatus como el que han disfrutao Bad Religion, Nofx o Offspring en las últimas décadas. Pero lo mejor de los de Pennsylvania es que se apartan bastante del típico hardcore o neopunk melódico de moda y siguen fieles a sus ideales políticos y canciones denuncias, y en gran parte, a ese punk más puro y auténtico.

Tampoco hay que engañarnos pues sus estribillos melódicos son equiparables a los de los canadienses Billy Talent, con esas voces dobladas que, aunque sencillas, dan un colorido a su música que casa perfectamente con unos temas elaborados y con mucha pegada. Su fichaje por la multinacional RCA ha sido para muchos una herejía, pero no es nada nuevo, la historia se repite una vez más. Si los de RCA les han fichado es que el potencial que gastan estos chicos es enorme.

Han ido introduciendo diferentes influencias disco a disco pero esta vez se han superado con la sabia decisión de dotar al disco de partes orquestales o coros de niños realzando un resultado ya de por si excepcional. El minutaje de los temas huye de los clásicos dos-tres minutos del punk y sobrepasa los cuatro para dar rienda suelta a su excedente de ideas compositivas.

Desde el punk feroz y agresivo de “Spit in your face” (todo un himno) a esas maravillas trabajadísimas y que deberían ganarse un lugar en el olimpo punk como “Good and Ready” o “The Bright Lights of America”, supersingles en potencia aptos para todos los públicos. Tony Visconti en las labores de producción ha sabido mezclar parte de la crudeza punk con un tratamiento más pulcro, realzando la contundencia que en momentos llega a sonar como un disco de heavy metal de principios de los 90. Los vientos de “We Are the Lost” no llegan al nivel de protagonismo de Mad Caddies pero son capaces de enriquecer un tema algo típico para darle un carácter más hímnico.

En “Go West” encontramos una armónica, símbolo inequívoco de que la banda ha estado más abierta que nunca a la hora de buscar originalidad y ganar en matices. “Vices” sigue el festival hímnico y muestra que la banda tiene una enorme facilidad para construir singles perfectos. “The Modern Burning of Rome” destaca por la gran letra, por mantener ese toque reaggie y por ser otra bomba coreable y ultramelódica. En “The ink and the Quill” vuelven a asomar los coros de niños combinados con punk melódico y efectos sonoros como el de un tren o lluvia. El compacto incluye también un tema escondido “Tar and Sagebrush” que es un divertimento folk realmente logrado, tipo lo que suelen hacer Nofx como por ejemplo en “Together on the Sand”.

Van a recibir muchos palos y los clásicos insultos de “vendidos”, “comerciales”, “punkies de moda para chavales” y derivados, pero si sois capaces de pasar del panfleto protesta disfrutaréis de una banda en su mejor momento, con un discazo como la copa de un pino y con uno de los candidatos a disco del año (siempre viéndolo desde su estilo, claro). Ok, no es punk puro, suena adolescente y la recurrente crítica a la administración Bush vende, pero no todo el mundo está tan capacitado para marcarse un disco como este. Bush Jr ha sido un presidente nefasto, pero no se puede negar que si hubiera de cobrar royalities por inspiración en artistas se forraría más de lo que está. Y sino no hay más que recordar esas obras maestras facturadas por Al Jourgensen y sus Ministry.