Iron Maiden: The Book of Souls – Live Chapter

Más de lo mismo, pero con una selección de temas distinta. Al final, el disco en directo es casi el souvenir obligatorio que sirve de reflexión post-tour de la doncella. Si has estado, tienes que hacerte con él para mantener el recuerdo de lo que fue aquella mágica noche. Porque todos esos vídeos que grabaste con tu móvil tienen un sonido atroz, lamento decirte.

Iron Maiden han llegado a duodécimo disco en directo. Ante sus dieciséis discos de estudio hasta la fecha, posiblemente la cifra es exagerada (olvidemos los siete recopilatorios y los innumerables DVD’s) pero hace tiempo que Iron Maiden -y muchas otras bandas de su quinta- tomaron por costumbre celebrar cada ciclo y gira con la edición de un disco en directo o DVD. Véanse Judas Priest o AC/DC para más señas. Son tiempos en los que toca ordeñar a la vaca, más que nunca. Bandas como Iron Maiden saben perfectamente que cuentan con unas cuantas decenas de miles de fans en todo el mundo que van a comprar lo que les pongan delante por puro coleccionismo y la edición de este tipo de discos en directo para completistas sirve exclusivamente para eso, para hacer disposición de unas unidades cuya venta está asegurada. Para eso hay estudios, cifras e históricos de lo que han vendido trabajos en directo previos.

“The Book of Souls – Live Chapter” es un buen testimonio de lo que fue la gira del mismo nombre que recorrió el mundo entre 2016 y 2017 con un éxito que seguramente ni la propia banda se esperaba. Al final, la lógica imperante dice que a las giras de grandes éxitos que la banda realiza periódicamente debería acudir más gente que a las giras de presentación de nuevos discos. Pero Maiden y sus fans están hechos de otra pasta y la vitalidad y frescura que la banda sigue exhibiendo en sus trabajos de estudio hace que las giras sigan siendo acontecimientos masivos. “The Book of Souls”, además, era un buen disco y los temas fueron generalmente bien recibidos en directo.

La banda ha optado por el mismo sistema que ya emplearon con “Flight 666” o “A Real Live Dead One”. En lugar de hacer un disco en directo grabado íntegramente en un solo concierto, optan por pescar canciones de una variedad de shows en función a las versiones que más brillan. Así pues, la extensa gira queda representada con piezas grabadas en Italia, Irlanda, Brasil, Polonia, Escocia, El Salvador, Argentina o el Download británico. Al mantener un hilo continuo en el sonido de público, sin los odiosos fade-in y fade-out, el directo suena consistente y equilibrado. Se nota la diferencia de reacción del público entre algunos países, evidentemente, pero el resultado musical, que es el que nos atañe es uniforme.

La selección de temas representa el setlist habitual de la gira, con abundancia de nuevos temas en la forma de “If Eternity Should Fail”, “Speed of Light”, la coreada “Death or Glory” o la aún coreada “The Red and the Black”. Otras selecciones como “The Great Unknown” o “The Book of Souls” se hacen más densas pero para los archivistas tienen su gracia, puesto que son las canciones que típicamente desaparecen tras la gira de presentación y nunca más vuelven a aparecer en un setlist de la banda. En el caso de los clásicos de hoy y de siempre, la selección intenta alejarse un poco de lo más trillado, aunque es inevitable darle espacio a “The Trooper”, “Wrathchild”, “Fear of the Dark”, “Iron Maiden” y “The Number of the Beast”. Si no suenan, el público se los come. Más agradecidos son los caramelos. La versión incendiaria de “Powerslave”, una inspirada “Children of the Damned” y la siempre efectiva “Wasted Years” que cierra el doble disco son enormes. Mención aparte merece “Blood Brothers”, única selección de “Brave New World” y una de las favoritas de los fans. Ya quisieran haberla firmado Manowar en su mejor momento.

Más de lo mismo, pero con una selección de temas distinta. Al final, el disco en directo es casi el souvenir obligatorio que sirve de reflexión post-tour de la doncella. Si has estado, tienes que hacerte con él para mantener el recuerdo de lo que fue aquella mágica noche. Porque todos esos vídeos que grabaste con tu móvil tienen un sonido atroz, lamento decirte.