The Showdown: Temptation Come My Way

Es para celebrar el tener un comienzo de año cargado de novedades discográficas relevantes dentro del mundo del rock. Y The Showdown, por descontado ante esa introducción, es una razón de peso para esa afirmación. Lo primero que hice al enterarme de su existencia fue explorar en su pasado, y descubrir su debut, hace tres años: ‘A Chorus Of Obliteration’. Y que sorpresa el escucharlo y ver influencias y semejanzas con Metallica, Pantera, Down, el sonido Goteborg de finales de los 90… Ya me frotaba las manos ante una nueva promesa que se me había pasado por alto hace unos años. Pero, cual es mi sorpresa al escuchar este ‘Temptation Come My Way’ que la banda parece haberse reformado casi por completo. La agresividad de la que hacían gala ha desaparecido casi por completo. Influencias de Corrosion Of Conformity, las guitarras de Jerry Cantrell, incluso del hard rock de los 80… y si queda algo de algunos de las influencias mencionadas arriba, es el aire sureño de Down, y Metallica… ¡en sus tiempos de Load! Pero lo más curioso de todo es que el resultado, aún siguiendo una línea muy distinta a su primer trabajo, engancha fácilmente por su calidad.

Los primeros acordes de ‘Fanatics and Whores’ parece que vayan a desembocar en la voz de Layne Staley en ‘We Die Young’… ¡y luego incluso titulan un tema de la misma manera! ¿Coincidencia? ¿Tributo? La verdad es que no lo se, pero no deja de ser un dato curioso. Perfecta alternancia de temas rápidos, como el citado o ‘Breath of the Swamp’, con otros más lentos pero contundentes como el que da título al álbum, sin olvidarse de temas lentos con aire sureño, ‘It Drinks From Me’. Por último, el regusto a himnos del hard rock melódico queda perfectamente reflejado en ‘Six Feet Under’, ‘Head Down’, increíblemente pegadiza o ‘Carry On Wayward Son’, con reminiscencias en la voz incluso a Queen.

Escuchar para creer… pero es así. Un disco que echa la vista años atrás para renovar estilos y crear una obra contemporánea.