Muy a pesar del tremendo mazazo que supuso la huída de Mariutti, Confessori
y Matos cabe reconocer que los guitarristas Luoreiro y Bittencourt han demostrado
seguir poseyendo parte de esa magia concentrada en Angels Cry y Holy Land, esa
frescura compositiva y un acierto espectacular en elegir a unos sustitutos que,
sin tener el carisma ni el cariño de los fans, si que han demostrado ser dignos
herederos a defender el nombre de Angra.

El quinteto carioca ya fue capaz de acallar bocas con Rebirth y Hunters and
Preys cuando muchos ya les daban por muertos compositivamente hablando y fijando
sus expectativas en Shaman, la banda que aglutina a los amotinados. Si Rebirth
resultó un discazo al que muchos echaron de menos a André Matos, en Temple Of
Shadows repiten. No es un disco muy directo hasta incluso a las primeras de
cambio el fan puede quedar algo decepcionado, pero los temas poseen infinidad
de detalles y grandes momentos que son descubiertos escucha tras escucha. La
maquinaria brasileña funciona a la perfección, quizá en uno de sus discos más
netamente heavys y más alejado de las habituales influencias de los compositores
clásicos, los elementos netamente progresivos o las percusiones tribales. Todo
está en este disco, pero no tan presente como antaño.

Uno de los elementos al cual yo particularmente ODIO es la inacabable lista
de colaboraciones destinada únicamente a que fans de Hansi Kursch, Kai Hansen,
Milton Nascimento o Sabine Edelsbacher se acerquen a la música de Angra para
escuchar a sus héroes. No podemos negar que la elección sea mala, pero una banda
como Angra no necesita de trucos que tienen más a ver con el márqueting que
con la propia música.

La introducción no es de las mejores que han grabado (un aspecto que siempre
han cuidado muchísimo) y el típico himno que abre sus discos esta vez lleva
el nombre de “Spread Your Fire”, melódica, accesible, potente y juntamente con
“Temple Of Hate” representa la caña más directa y una de sus mejores armas.
Ésta última cuenta con el dueto Hansen-Falaschi y contiene el típico fragmento
a teclado clásico onda “Carolina IV”. Los medios tiempos espectaculares abundan
siendo representados por “Angels and Demons” (gran estribillo y tema) o, muy
en onda Holy Land, “Shadow Hunter”. Aparecen aquí las percusiones de su tierra
natal, palmas, cambios y un punteado de acústica precioso. Sinceramente, y por
mucho que me guste Falaschi, las cosas como sean: este tema lo canta Matos y
lo aúpa a clásico. En baladas y medios tiempos como estos Matos sigue ganando
de calle a Falaschi, en temas más rápidos la cosa deriva hacia un empate técnico.
Por favor, que tampoco se me malinterprete: el trabajo de Falaschi en este corte
es sublime, basta sólo con oír los agudos finales, pero de todos es sabido que
Matos es Matos.

La labor de Aquiles tras los parches es también digna de mención, y eso que
sustituir a Ricardo Confessori era tan difícil como encontrar a alguien capaz
de cantar como lo hacía el divo. En la siguiente “No Pain for the Dead” aparece
la inconfundible voz de Sabine Edelsbacher (Edenbridge) y la banda vuelve a
firmar una balada “in crescendo” muy notable.

Algo que en Angra viene siendo habitual es que no hay temas de relleno ni momentos
aburridos. El álbum posee un nivel muy regular, algo atípico en los días que
corren. Si algo nos podemos quejar es de la ya mencionada fiebre de las colaboraciones
y el amigueteo, el tema ya es cansino a más no poder. “Sprouts Of Time” contiene
compases a ritmo de tango tan sorpresivos como efectivos, otra credencial que
apunta a Angra como a una de las banda más eclécticas de la escena. En ningún
momento queda forzado como en los casos de Rouge Silk o Silent Force, aquí se
hace con clase y fluye de manera orgánica. El momento más Holy Land (es decir:
balada acústica de enorme calidad) viene de la mano de la étnica “Late Redemption”
con su compatriota Milton Nacimiento participando (genial corte). La inclusión
de orquestaciones está presente a lo largo de todo el disco dotándole de un
detallismo mucho más preciosista que su habitual trabajo con el teclado. Para
despedirse han añadido una pieza orquestada instrumental meramente anecdótica.

Sobre el trabajo de Loureiro y Bittencourt en las seis cuerdas y en el concepto
de la historia podríamos resumirlo en una palabra como ya solemos hacerlo en
la mayoría de sus discos: Excelente.

Las opiniones, filias y fobias respecto a esta genial banda están muy divididas,
pero es innegable que la calidad de Temple Of Shadows es enorme. Puede que hayan
perdido parte de esa magia que poseían sus dos primeros trabajos, puede que
la pérdida de esos tres pilares básicos sea un lastre que ha provocado que muchos
de sus antiguos fans les haya dejado de interesar el grupo… Pero si se deja
el culebrón de lado y se analiza fríamente el contenido de este disco, es para
alegrarse, hay Angra para rato.

Jordi Tàrrega

Grupo:Angra

Discográfica:Spv / Mastertrax

Puntuación:8

Canciones:

    1. Deus Le Volt!
    2. Spread Your Fire
    3. Angels and Demons
    4. Waiting Silence
    5. Wishing Well
    6. Temple Of Hate
    7. Shadow Hunter
    8. No Pain For The Dead
    9. Winds Of Destination
    10. Sprouts Of Time
    11. Morning Star
    12. Late Redemption
    13. “Corte orquestal sin nombre”

Año:2004

Votación de los lectores:8.96875