Tarja: Tarja Turunen & Harus: In Concert Live at Sibelius

Por mucho que Tarja Turunen haya alcanzado fama y reconocimiento con Nightwish, es evidente que ella siempre perteneció al mundo de la clásica. Su sueño era el de triunfar como tal y dedicarse a ese mundo. Pero ocurrió un incidente inesperado y las cosas cambiaron. Tuomas Holopainen y los suyos se cruzaron en su camino. Entonces fue cuando Tarja, de la noche a la mañana, triunfaba. No estaba rodeada de smokings, butacas y abrigos de pieles, sólo sudor, gritos y decibelios. Dudo que nunca llegara a imaginarse liderando un movimiento tal y que miles de adolescentes la idolatraran. Reina en un mundo desconocido al cual nunca sintió gran apego. Hasta el punto que Nightwish se hartaron de ella y le dieron puerta. El metal no es la ópera y los deseos de una prima donna… apenas se contemplan.

Si Tarja nunca se hubiera cruzado en el camino de Nightwish, nunca hubiese llegado donde está ahora. Es una cantante más del estilo, muy buena , eso sí, pero no es ninguna privilegiada en ese mundo. Y la prueba la tenemos en este disco, dedicado al mundo de la clásica. Tras un segundo disco que es un auténtico ladrillo, pese a contar con grandes músicos ahora realiza su sueño, lo que siempre ha querido hacer. Música clásica en la que su voz brilla por encima de todos. Órgano, una guitarra eléctrica y percusión, todo en directo y ante una audiencia dedicada, atenta e imperceptible.

El set es todo de composiciones clásicas finesas, algún que otro villancico, una improvisación, y para el fan de Nightwish la única inclusión de la versión de “Walking in the Air”. Queda claro que ese tema fue una imposición de la Turunen. Aquí ha quedado muy ralentizada. Lo mejor del disco son los dos “Ave Marías”. Tarja no falla una nota, nunca lo ha hecho, y su profesionalidad y solvencia están fuera de toda duda. Llega incluso a emocionar en más de un pasaje, pero creo que la chica ha quedado atrapada entre dos mundos. Otra de las más conocidas es el clásico “villancico” “Silent Night”, pero queda en anecdótica. Los amantes de la ópera nunca la verán como una grande y sus intentos de mantener a sus fans metaleros con algún guiño son del todo insuficientes. La cosa queda en un correcto y poco más, si bien mejora su anterior disco en solitario. Tampoco era muy difícil.

A pesar de la belleza de las instrumentaciones y de todas las piezas creo que podíamos esperar algo más. Es un disco que posiblemente ni merecería reseña en una página de metal, pero Tarja sigue siendo un personaje imprescindible de la escena, con todos sus claroscuros. El disco está bien, pero tanto teclado orquestado le resta espectacularidad. Con una sinfónica la cosa ganaría muchísimo más. Se acompaña de un DVD que no nos ha llegado, así que poco podemos decir de él. Set monótono, muy lineal, pero es bonito que los músicos cumplan sus sueños. Tarja es única, cierto, pero desde que la expulsaron de Nightwish que navega a la deriva. Eso sí, sus directos mantienen bien el tipo.