Cold: Superfiction

Llevo mucho tiempo con una espinita clavada, y lleva por nombre COLD. Me sigue pesando no haber podido ver al grupo en directo, y más me pesó cuando anunciaron poco después de la salida de ‘A Different Kind Of Pain’ su separación repentina. Una decisión sorprendente, pues era un disco que estaba a la altura del grupo y que reunía muchísimos temas de calidad. Scooter Ward se embarcaba en un proyecto que cambiaría de nombre hasta llegar al definitivo THE KILLER AND THE STAR, editando un disco homónimo hace un par de años que pasó bastante desapercibido.

Así que la noticia de su vuelta me pilló casi con la misma sorpresa, pero esta vez para bien. ‘Superfiction’ se ha ido retrasando con el paso de los meses, y es el primer disco de estudio del grupo en seis años, y había ganas de volver a escuchar la peculiar voz de Scooter en unas composiciones con aire oscuro y depresivo, que siempre han bebido de las influencias alternativas de los 90. Esta obra no es distinta, y quizá lo único que algunos les pueden echar en cara es que hay ocasiones en las que da la sensación de deja vu: “esto ya lo he escuchado antes”.

Algunos lo verán como algo malo, y otros como positivo… porque la seña de identidad de COLD siempre ha sido este sonido tan marcado e inconfundible. El núcleo sigue siendo el ya citado cantante junto a la base rítmica, Jeremy Marshall y Sam McCandless. Por las guitarras ya han pasado más de diez miembros, ocupando ahora el puesto Drew Molleur y Zach Gilbert. En cualquier caso, no es algo que le pase factura a la banda. Sacaron ‘Wicked World’ par de meses antes, y no podrían haber elegido mejor. Conservando la esencia de COLD, suena más guitarrera y con samplers acompañando, mostrando un corte directo para dar a conocer la nueva etapa de la banda. Aún así, es curioso, porque después apenas encontramos temas como este.

Las revoluciones bajan mucho en las dos siguientes, con el estribillo pegadizo de ‘What Happens Now’ y ‘American Dream’, donde Scooter es la voz cantante, nunca mejor dicho. A pesar de todo, cede protagonismo a las guitarras en temas como ‘The Break’, donde el disco mejora gracias a ese punteo evocando melancolía, o ‘Crossroads’. ‘Welcome 2 My World’ parece que sigue la senda guitarrera en su comienzo, pero se convierte en un tema con una atmósfera más positiva de lo que nos tienen acostumbrados, pero con Gilbert y Molleur destacando. Su lado oscuro está representado en ‘Emily’ y ‘Delivering The Saint’, dos temas cien por cien COLD y que podrían haber estado en cualquiera de sus obras anteriores.

Y son dos temas como esos los que deslucen un poco a los demás, llegando a ensombrecer el tramo final del álbum. ‘The Park’ es más pesada y distorsionada y aún mantiene el nivel, pero ‘Flight of the Superstar’ lleva un ritmo que pide en cualquier momento explotar, sin llegar a ese punto. ‘The Ballad Of The Nameless’ es una especie de réquiem con el piano llevando a la canción hasta ese final épico junto a las guitarras, marcando uno de los mejores puntos de ‘Superfiction’… pero cuando llegamos a ‘So Long June’ tenemos la sensación de que no aporta nada que no hayamos escuchando en todas las anteriores. Una vuelta esperada y digna la del grupo de Jacksonville, que esperemos que por fin se decida a cruzar el charco.