Suicide Silence: Suicide Silence

En lineas generales: la voz no convence y a nivel instrumental han querido jugar a algo y el experimente les ha salido mal. Encima: la producción del disco pretende dar un refuerzo en intensidad al nuevo sonido pero, sin quererlo, hace todo lo contrario.

¿Sabéis cuándo un tema es trending topic?: la red se inunda con comentarios. Ya puede ser por algo positivo o negativo, la imaginación florece en esos momentos. Cuando no gustan, facebook y compañía se convierte en un terreno muy duro, sino preguntad a SUICIDE SILENCE. Al sacar su disco homónimo, el quinto en estudio, una de memes y criticas considerables inundaron las redes. Lo admito: tanto amor que veía hacia ese cd me invitó a no escucharlo; prefería invertir mi tiempo en otras novedades discográficas que en algo con una fama tan especial. El karma hizo acto de presencia y me pidieron reseñarlo; sabiendo que lo había prejuzgado al haberlo ignorado, por mi mente pasaba lo siguiente: seguro que no es para tanto.

¿Me gusto? ¿Si? ¿No? Acompañadme en las siguientes lineas, os voy a contar mi experiencia. Le di play, y empezó con “Doris”, y ya el sonido que ofrecían las guitarras me pareció muy alejado de la marca SUICIDE SILENCE. Aparte: el estribillo no pegaba en la canción. Continuaba con “Silence” y pensé que estaba escuchando un tema de MARILYN MANSON de su etapa más reciente. La numetalera “Listen” gozaba de unos cambios demasiado irregulares y se me hizo demasiado larga. A su lado “Dying In A Red Room” es un cambio que busca mostrar algo diferente, y pasajero, pero que no alcanza su misión.

“Hold Me Up Hold Me Down” tenía tablas, pero por culpa de sus detalles perdió todo su combustible conforme la iba escuchando. “Run” y “The Zero” iban demasiado de la mano y nunca me hubiese imaginado encontrármelas en un disco de los americanos. ¿La razón?: unas partes ambientales junto a unas voces con las que se ha jugado demasiado. “Conformity” recuerda a un tema mal hecho de STONE SOUR y con ello, se aleja del deathcore. Se llega al final del disco con “Don’t Be Careful You Might Hurt Yourself”, una canción que quiere ser un revulsivo pero que fracasa gracias a una combinación de elementos demasiado caótica.

En lineas generales: la voz no convence y a nivel instrumental han querido jugar a algo y el experimente les ha salido mal. Encima: la producción del disco pretende dar un refuerzo en intensidad al nuevo sonido pero, sin quererlo, hace todo lo contrario.

Tanta crítica que leí era justificada, si. Pero sinceramente: considero que hice mal de dejarlo en una esquina y no crear mi propia opinión. Yo recomiendo a cualquier curioso que le guste la banda que no se deje llevar por lo que se dice y que de play a “Suicide Silence”. Posiblemente le decepcionará pero creará su propio criterio, algo muy importante y que no se ve muy a menudo en el presente.