Rage: Strings To A Web

Discazo de Rage, sin más. Puede que haya mucho desencantado con la banda, y más con la salida de Mike Terrana, pero está claro que el combo funciona de maravilla. Ya en su anterior EP habían grabado un tema sensacional, así que con “Strings to a Web” confirman que el grupo está más vivo e inspirado que en toda la década anterior. Soy de los que piensa que Rage no tienen un disco malo, que todas sus etapas merecen la pena, pero la verdad es que este disco ha superado las expectativas.

Ya me avisó don Ramos cuando estuvo en la presentación en Alemania ejerciendo de copiloto en un F1 conducido por Smolski, el disco era genial. Hay grandes temas, derivan hacia lo progresivo pero manteniendo la esencia Rage de la pasada década, eso sí, mucho más inspirada. Quizá notemos que musicalmente marcan mucho los riffs y suenan endurecidos y metálicos, pero a nivel de composición se han decantado por ser mucho más melódicos. Y la verdad es que les ha quedado de cine.

De entrada ya hay varios temas que se te quedan a las primeras de cambio gracias a esos estribillos perfectos, esos trabajados riffs de Smolski y esa seña de identidad que es la voz de Peavy. Quizá cada disco suene algo más grave de garganta, pero sabe modularla a la perfección (esta vez tira de alguna guturalidad puntual) y año a año va demostrando que es mejor bajista. Atención a la inicial “The Edge of Darkness” porque va para clásico, pero más especialmente en la maravilla instrumental progresiva titulada “Strings to a Web” (¡juegan a ser Rush metalizados!) y mucho más en la perfecta “Empty Hollow”. Uno de esos temas que lo tienen todo y hasta mantienen la vena orquestal que tan buenos momentos nos ha dado. Ecos del “Lingua Mortis” en todo su esplendor.

Pero el resto de los temas no le van a la zaga y “Hunter and Prey” es otro excelente tema, con un estelar zapping por parte del ruso y otro estribillo para enmarcar. Hay también algunos cortes de enlace que no superan los dos minutos y medio de duración al estilo “Welcome to the Other Side”, absolutamente inspirados. La verdad es que no hay nada de paja. Escuchad sino la delicadeza de “Fatal Grace” a piano.

André Hilgers cumple sobradamente el hueco que deja Terrana. Puede que le echemos en falta en los directos pero ha encajado perfectamente en el grupo y supongo que algo liberados se sentirán de no batallar con su ego ni sus historias pese a ser uno de los bateristas definitivos de la historia del heavy metal. “Saviour of the Dead” empieza con otro riff marca Smolski apoyado por doble bombo y está rematado por otro inspirado estribillo apoyado por coros. Otra joya más a la colección.

Ya en las primeras escuchas serán muchos los temas que entran a la primera y eso es siempre difícil de conseguir. Otra buena muestra es “Hellgirl” de riff pesado y adornado por los múltiples detalles de Smolski y con un estribillo melódico. Evidentemente “Purified” y “Tomorrow Never Comes” son otros temas excelentes.

Si su anterior “Carved In Stone” ya supuso una más que notable mejoría en cuanto a composición y nivel, este disco supera expectativas. Su etapa actual muestra que las musas les han visitado y puede que muchos de los desencantados con la banda vuelvan a “enchufarse” tras la escucha de este excepcional compacto. Empezamos inmejorablemente el año y la década. Riffs geniales, estribillos excepcionales e individualidades de lujo. ¿El resultado? Uno de los mejores discos DE TODA SU CARRERA. Palabra.