Stoned Jesus: Pilgrims

“Pilgrims”, el nuevo disco de los ucranianos Stoned Jesus es toda una demostración de estilo, rompiendo cualquier expectativa previa que uno pudiera tener ya que hablamos de una banda en constante evolución a la que la etiqueta de stoner rock se le queda demasiado pequeña. Siete cortes que hay que disfrutar con calma, sin prisas, para saborear todos los secretos que se esconden tras ellos.

El trio ucraniano vuelve a la carga con su nuevo disco, “Pilgrims” (Stoned Jesus), el cuarto trabajo de estudio ya en su discografía y el primero de ellos para Napalm Records, con el que siguen creciendo y evolucionando a pasos agigantados. Su estilo se podría catalogar fácilmente como stoner rock pero esa etiqueta sería demasiado simple para definir el sonido de la banda que contiene multitud de matices e influencias que se esconden detrás de sus extensas composiciones.

Llevan prácticamente diez años dando caña y recorriéndose las carreteras de medio mundo, algo que ha dejado imprenta en sus canciones. No hay más que escuchar su primer disco, “First Communion”, y su última obra para percatarse de ello, dejando por el camino “Seven Thunders Roar” o “The Harvest”.

Peregrinos con alma de rock

Así llegamos a “Pilgrims”, un disco que resume perfectamente en su título lo que han significado estos últimos años embarcados en largos tours. Todo unos peregrinos de la música, arte en el que encuentran su mejor forma de expresarse al mundo para uso y disfrute de sus seguidores.

“Excited” es la encargada de abrir el álbum, una composición extensa que define perfectamente su propuesta y que atesora en ella todas las señas de identidad de la misma. Un riff completamente stoner por parte de la guitarra de Igor Sidorenko y con unos ritmos llenos de groove, rápidos y con constantes cambios de tempo, evocando en su esencia a los mismísimos Black Sabbath en algunos pasajes.

Exploran nuevos horizontes sonoros con “Thessalia”, un corte de melodía más marcada, pesada y densa, en el que resalta la poderosa línea de bajo de Serhij Sljussar al más puro estilo Deftones. La voz de Sidorenko se deja ir y buscan nuevas pinceladas de colores que añadir a su música. Todo un acierto.

No dejan de sorprendernos con su siguiente canción, “Distant Light”, de línea más atmosférica e incluso cósmica, con un final que coquetea con la vertiente más ruidosa del rock. El bajo de Sljussar sigue asumiendo protagonismo y la voz de Sidorenko aporta unos registros vocales que pueden traernos a la memoria al señor Mike Patton y sus Faith No More.

Superan los nueve minutos de duración con “Feel”, de ritmo pausado pero firme, de nuevo, y con una guitarra difícil de catalogar que se mueve entre los sonidos más experimentales del post-rock y el la elegante suciedad del grunge, con Dmytro Zinchenko marcando el compás y demostrando lo acertado de su elección como batería. Una posición en constante cambio en el seno de la formación.

Definitivamente no abandonan los tintes oscuros y opresivos que tanto les caracterizan con “Hands Resist Him”. Eso sí, en alguno de sus compases alcanzan unas cotas melódicas poco vistas con anterioridad siempre manteniéndose fieles a su naturaleza y con un riff de guitarra marca de la casa.

Más allá del stoner y las etiquetas

Se dejan llevar en “Water Me” en otra de esas composiciones que recelan de la mirada al reloj. Con un arranque tenebroso, con el golpeo de su sección rítmica como única compañía a los oscuros versos de Sidorenko, el corte tarda en despertar pero cuando lo hace explota en un grito de rabia eléctrica completamente seco que encuentra cierta velocidad tan solo en su tramo final.

En “Apathy”, cierre del disco, volvemos a recuperar parte de la esencia que encontramos al principio de este, con unos acordes de guitarra más rockeros que se mueven con soltura por encima de una marcada base rítmica con mucho pulso. Un final a la altura de lo que nos ofrece este compacto pero de digestión más sencilla que su tramo central.

Stoned Jesus – Pilgrims, el nuevo disco de los ucranianos, es toda una demostración de estilo, rompiendo cualquier expectativa previa que uno pudiera tener ya que hablamos de una banda en constante evolución a la que la etiqueta de stoner rock se le queda demasiado pequeña. Siete cortes que hay que disfrutar con calma, sin prisas, para saborear todos los secretos que se esconden tras ellos. Y lo mejor de todo es que en noviembre les tendremos en Madrid y Barcelona en una gira que promete ser toda una experiencia tras su paso por el Resurrection Fest. Avisados estáis.