Eric Sardinas: Sticks & Stones

Eric Sardinas es un tipo realmente grande. Ha conseguido darle a la escena blues actual un lavado de cara paseándolo por el lado salvaje y dotándolo de un estilo muy personal y pirotécnico. Sus dos escuderos son ideales para esta etapa tan dulce en la que se encuentra y en la que sienta cátedra en todos sus conciertos. A pesar de que su hábitat natural lo encontramos sobre las tablas su anterior disco de estudio se acercaba orgulloso a la perfección. Algo que desgraciadamente no podemos decir del que nos ocupa. Digno sucesor, puramente Sardinas, pero sin la chispa ni el gancho de su antecesor.

El blues y el hard se dan la mano empujadas a base de actitud, pero la verdad es que la obra termina por hacerse algo lineal y las sorpresas brillan por su ausencia. Me atrevería a decir que es incluso predecible. Hay evidentemente un material que sonará como una bomba en directo, pero en disco cumple expediente y poco más. La cosa empieza bien con la fiera y agresiva “Cherry Wine” o el estribillo que cabalga sobre su acústica “Make It Shine”, pero Sardinas no termina de rematar la faena y dejarnos ojipláticos. El blues sigue reinando en ese estándar llevado a su terreno que es “Road to Ruin”. Una que en directo será capaz de conseguir una grandísima ovación. Destacar todo su arte en estado puro en el solo de “Through the Horns”, tema crudo y con muchas espinas pero tan sorprendente y noqueante como un trago de bourbon nada más levantarte.

Hay que señalar que el disco va ganando en sucesivas escuchas, no siendo tan directo como el anterior. Todo suena crudo, agresivo, auténtico… La pegadiza “Full Tilt Mama” es un claro ejemplo de ello. Mención especial merece la sección rítmica formada por Caccia y Price, siempre perfectos, pero dejando destellos de calidad en cuentagotas. Queda claro que el lucimiento absoluto es para el hombre del sombrero de cowboy, ese guitarrista al que el mismísimo Vai reclutó para una de sus giras. Los temas acústicos son quizá los que mejor salen parados. “County Lane” contiene unas trazas de góspel inequívocas y su Dobro maravilla. “Too Many Ghosts” queda como la gran balada acústica del disco. Dominada por el slide y acercándose a la faceta de “cantautor” sureño.

Es difícil reaparecer en estudio tras su anterior disco y tras haber conseguido tener en directo uno de los shows más potentes del planeta. Sus últimas venidas no han llegado al éxtasis total y este “Sticks & Stones” no es tan rotundo como el anterior, pero equivocados estaríamos si calificáramos este disco como menor. Todos los elementos y características básicas del bueno de Sardinas están allí. Y si el disco no convence del todo, esperad a vivir este material en directo. Estoy seguro que nos va a convencer con un KO en el primer asalto.