No se trata de un mal álbum, aunque el sonido de Huntress pueda resultar algo “justo” para los metaleros más “tru”. Este trabajo en concreto, por su accesibilidad sonora, puede convertirse en un buen trampolín para aquellos que deseen adentrarse en el sonido de una de las bandas que empiezan a copar más portadas y a llamar la atención de los promotores.

Huntress, grupo californiano fundado en 2009, nos presenta su tercer álbum, “Static”, que se podría considerar la última parte de la trilogía que iniciaron en 2012 con “Spell eater”.

La realidad es que este álbum se muestra más equilibrado, menos histérico y extremo en todas sus partes individuales a la par que en su conjunto, aunque igualmente urgente y veloz – como la propia Jill Janus, vocalista, comentaba en la entrevista que concedió a la casa hace poco, se trata de un trabajo más accesible, más melódico, más vocal, más cercano a las raíces clásicas que llevan tiempo reivindicando. Verdaderamente se trata de un disco de fácil escucha, con ritmos, matices y timbres que no piden un esfuerzo por parte del oyente, aunque, a la vez, la “fealdad” de la voz principal (a caballo entre las voces limpias femeninas y la brutalidad desgarradora) puede suponer un reto difícil de asimilar – quedarse en la superficie es limitarse, pues Jill, aunque se podría beneficiar de un poco más de maestría (como notamos en las notas sostenidas de temas como “Brian”), podría también convertir ese tono en su marca de identidad, haciendo gala de una potencia visceral que encontramos en pocos grupos tan manufacturados como este.

El disco se ambienta entorno a las películas de terror la vieja Hammer y el D’Argento de los años 70, serie B en su mayoría, como comprobamos en los temas que, a la fecha, constan de videoclip: “Flesh” y “Sorrow”, que abre el álbum. Igual que esas películas, que muchas veces eran una pobre excusa para el sexplotaition, el álbum también peca de simplicidad en sus letras hipersexualizadas, poco profundas, casi adolescentes, y que no tienen el impacto suficiente como para ser exhibidas en lyric videos. Sin embargo, el disco también cuenta con una faceta muy personal e íntima, como es las enfermedades y condiciones que se ha visto obligada a superar su líder, y que cobran vida hasta retorcerse en temas como “Mania”, cronometrando a casi 9 minutos, y de un corte mucho más doom y épico del que nos tiene acostumbrados esta banda. Una pequeña ventana al interior de un experiencia, rozando con la punta de los dedos la voluntad de construir una narración auditiva.

Sin embargo, la verdadera traba de este álbum es su pobre calidad de mezcla – por lo visto, la banda lo grabó entre brazos de una gira, y la diferencia de sonido es notable en temas tan próximos entre sí como el ya mencionado “Flesh” y “I want to wanna wake up”. Un poco más de pulcritud en su trabajo en el estudio les beneficiaria, y, aunque todas las canciones sean más o menos equiparables, un orden más curado de los temas colocaría cada uno en la posición necesaria para hacer brillar todo el álbum, en lugar de concentrar el interés en la primera media parte (exceptuando la sensacional “Fire in my heart”, cierre del disco).

En general, no se trata de un mal álbum, aunque el sonido de Huntress pueda resultar algo “justo” para los metaleros más “tru”. Este trabajo en concreto, por su accesibilidad sonora, puede convertirse en un buen trampolín para aquellos que deseen adentrarse en el sonido de una de las bandas que empiezan a copar más portadas y a llamar la atención de los promotores, pero personalmente recomendaría también pegar una buena escuchada a su opera prima, “Spell Eater”, donde se condensa el sonido más primal y despiadado de la Bruja.

Grupo:Huntress

Discográfica:Napalm Records

Puntuación:7

Canciones:

  1. "Sorrow"
  2. "Flesh"
  3. "Brian"
  4. "I Want to Wanna Wake Up"
  5. "Mania"
  6. "Four Blood Moons"
  7. "Static"
  8. "Harsh Times on Planet Stoked"
  9. "Noble Savage"
  10. "Fire in My Heart"

Año:2015-07-31

Votación de los lectores:5