Accept: Stalingrad
“Si no hubiéramos coincidido con Mark Tornillo aquel día en que yo estaba en casa de Peter Baltes probando nuevas ideas, la banda nunca habría vuelto a grabar de nuevo” contaba Wolf Hoffmann recientemente por teléfono. Una buena parte de razón tiene. Lo que está claro es que si no hubieran encontrado a Tornillo habrían seguido buscando, pues una banda como ACCEPT necesitaba volver a la primera plana de la escena heavy mundial. Pero lo que también está claro es que nadie más, con excepción de Udo Dirkschneider, podría haberse calzado las botas de lo que supone ser el vocalista de ACCEPT en pleno año 2010. Fue entonces cuando la banda editó el sublime “Blood of the Nations” y trasmitió un mensaje muy claro: Udo no es más importante que ACCEPT en su totalidad. Si Udo no quiere, la banda va a seguir adelante.
Podríamos crear polémica y controversia durante horas sobre si Udo aporta o no aporta mucho a ACCEPT en los tiempos que corren o si el legado de la banda debería permanecer intacto y si deberían haber vuelto con otro nombre distinto. La realidad es que pocas bandas resumen de una manera tan clara y concisa (con la excepción de JUDAS PRIEST) lo que significa el heavy metal ochentero más popular en su expresión más pura. Si uno piensa en ACCEPT piensa en cinturones de balas, en suelo de pabellón con olor a cerveza pegajosa y en letras duras sobre la eterna batalla del oprimido contra el pez gordo. Todo ello con coros grandilocuentes en tonalidades más o menos bajas. Vamos, lo que HAMMERFALL llevan intentando copiar en sus últimos cuatro discos provocando cierta risilla incontrolable.
“Stalingrad” es un disco tan cañero como su nombre indica. Sin ser un trabajo conceptual ni nada que se le parezca, el álbum coge un tema polémico como fue la batalla de Stalingrado a modo de hilo conductor. La guerra, al menos, como concepto impregna muchas canciones, como la propia “Stalingrad”, “Hung, Down and Quartered”, “Shadow Soldiers” o, a otro nivel, “Revolution”, una canción muy en sintonía con lo que ha estado pasando en el mundo en el último año.
A nivel musical, “Stalingrad” reside en un punto cómodo entre lo básico de un disco como “Restless and Wild” y el mayor grado de sofisticación en la producción de “Metal Heart”. No hay sonidos especialmente mecánicos ni puramente actuales, ni en lo que concierne a guitarras ni a baterías. Es un disco bastante animal en su concepción, como demuestra la canción “Flash to Bang Time”. Es música para ondear melena y romper cervicales en primera fila, sin grandes elucubraciones implícitas.
En el terreno de las melodías, “Stalingrad” es uno de los temas vencedores. No obstante, a diferencia de otros discos, no hay una diferencia acusada entre el nivel de calidad compositiva en la primera y segunda mitad del trabajo. De hecho, es en la segunda mitad donde encontramos algunos de los mejores momentos, especialmente “Twist of Fate”, un tema de medio tiempo cuya simple melodía de guitarra se queda grabada en la cabeza de buenas a primeras. “Against The World” es otro tema consistente, aunque la voz de Tornillo está un poco oculta tras la muralla de guitarras. La gran “The Quick and The Dead” es probablemente una firme candidata al directo, tan rápida y cañera como su propio nombre indica.
Un disco muy consistente, quizá falto de la novedad que supuso “Blood of the Nations” pero que está totalmente a la altura de un nombre tan valorado en la escena como el que representa. Si fuera 1984, estaríamos hablando de un futuro clásico, sin duda.
Sergi Ramos
Grupo:Accept
Discográfica:Nuclear Blast / Pias
Puntuación:9
Canciones:
- Hung, Drawn and Quartered
- Stalingrad
- Hellfire
- Flash to Bang Time
- Shadow Soldiers
- Revolution
- Against The World
- Twist of Fate
- The Quick and the Dead
- The Galley
Año:2012
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