"Space Invader" es un buen disco, en el sentido de que no cuesta escucharlo. Es fácil, contiene los elementos que esperas de un trabajo de Ace y te recuerda a muchos de los grandes momentos de Kiss, por lo que la nostalgia también juega un papel en la percepción. No obstante, a nivel compositivo, "Anomaly" era un disco más completo, o al menos, más original.

Que Ace Frehley no es el tío más disciplinado del planeta tierra (o Jendell) es algo que no se le escapa a ningún fan de KISS, por muy seguidor que sea del guitarrista y de la formación clásica. Tras los veinte años que pasaron entre «Trouble Walkin'» y «Anomaly» uno ya no esperaba más trabajos de Frehley en vida. Parece como si la constante manía de Gene Simmons y Paul Stanley de tildarlo de drogadicto vago en la prensa hubiese motivado a Frehley a darse brío y editar un disco tan solo cinco años después del anterior. Créanme: en el planeta Jendell el espacio-tiempo funciona de un modo muy distinto a la tierra.

«Space Invader» es un buen disco, en el sentido de que no cuesta escucharlo. Es fácil, contiene los elementos que esperas de un trabajo de Ace y te recuerda a muchos de los grandes momentos de Kiss, por lo que la nostalgia también juega un papel en la percepción. No obstante, a nivel compositivo, «Anomaly» era un disco más completo, o al menos, más original.

El disco arranca con dos grandes temas: «Space Invader» y «Gimme A Feelin». Ambos podrían haber estado en cualquier disco de Kiss y tienen suficiente esencia contenida como para que uno siga prestando atención al resto del trabajo. Eso si, el primero tiene un toque misterioso en las melodías que lo hace incluso más apetecible.

El trabajo prosigue con «I Wanna Hold You», otro tema totalmente setentero de riff curioso, porque los riffs de Ace nunca son directos y fáciles. Si no se te mueven los pies es porque eres paralítico. La vertiente más introspectiva de Ace sale a relucir con «Change», que recuerda a algún sobrante de sus primeros dos discos en solitario y tiene algo de autobiográfico en su letra. Las que siguen, «Toys» e «Immortal Pleasures» son más discretas, mientras que «Inside the Vortex» es nuevamente un buen tema, con estructuras y riff un poco fuera de lo común. El solo tampoco tiene desperdicio, por lo rarito: un poco al estilo del de «Speedin’ Back to my Baby» de su primer disco en solitario. 

El rock más enérgico vuelve con «What Every Girl Wants», que podría estar también en cualquier disco de Kiss, recordando así lo mucho que Ace aportaba al sonido clásico de la banda.

El final del disco es un poco más sencillo: tanto «Past the Milky Way» como «Reckless» no tienen mucho donde rascar. Mucho más divertida es la versión de «The Joker» de Steve Miller, aunque el sonido de guitarra que ha escogido Frehley parece sacado de una guitarra de juguete, al menos en los primeros compases.

El disco se cierra con el experimental «Starship», un tema inspirado de mucho riff electroacústico y que es todo un viaje. Un poco al estilo de la saga de los «Fractured» que Ace mantuvo a lo largo de sus trabajos en solitario previos. Es totalmente instrumental, tambiém.

Nunca se puede denostar un trabajo de Ace. Tiene una identidad compositiva imposible de pasar por alto y aunque su vagancia sea su principal defecto, cuando se aplica, lo hace con resultados dignos. Siempre es mejor un disco medianero de Ace Frehley en la actualidad que un buen disco de Kiss en los años 80.

Grupo:Ace Frehley

Discográfica:SPV

Puntuación:8

Canciones:

  1. ‘Space Invader’
  2. ‘Gimme a Feelin” (radio edit)
  3. ‘I Wanna Hold You’
  4. ‘Change’
  5. ‘Toys’
  6. ‘Immortal Pleasures’
  7. ‘Inside the Vortex’
  8. ‘What Every Girl Wants’
  9. ‘Past the Milky Way’
  10. ‘Reckless’
  11. ‘The Joker’
  12. ‘Starship’

Año:2014-08-25

Votación de los lectores:5