Glenn Hughes: Soul Mover

Amen. Es todo lo que puedo decir después de otra lección de divinidad compositiva por parte de The Voice Of Rock. Glenn Hughes ha vuelto a dar en el clavo en lo que parece un ejercicio de lo menos espontáneo para reflotar su carrera como artista rockero. Recuerdo leer una entrevista realizada por un fan sueco hace años en la que Glenn decía que estaba harto de “gritar” cuando canta y que era hora de cantar ante otro tipo de públicos con otros estilos musicales como el pop. Bueno, parece ser que reconsideró su decisión o se dio de bruces y se dio cuenta de que ese no era el estilo donde iba a ganarse mejor la vida. Llegué a escuchar por ahí una sesión vocal que grabó junto a Thomas Jacobsso titulada “In & Out Of Love” que iba a medio camino entre el dance mas tranquilito y el pop mas comercial y puedo asegurar que Hughes ponía los pelos de punta igual que puede hacerlo cantando “Coast To Coast” o “From Now On”.

“Soul Mover” es otro discazo de rock clásico, con ese inconfundible toque Funk que aportan los gustos de Hughes por ese género musical. Sin duda, “Songs In the Key Of Rock” era algo mucho más cercano a DEEP PURPLE y la intención quedó ampliamente demostrada. Además, su reciente trabajo con Joe Lynn Turner probablemente le inspiró a darse el gustazo de editar un disco totalmente setentero. Sin embargo, no puede evitar sacar a relucir sus raices mas funk y “Soul Mover” tiene retazos del estilo por todos lados.

En esta ocasión ha contado con Chad Smith de RED HOT CHILI PEPPERS para todas y cada una de las pistas de batería del disco, y aunque Gary Ferguson es un buen batería, se nota que Smith lleva el groove en la sangre. El feeling que aporta en temas como el a partir de ahora imprescindible “Soul Mover” o en “Orion” es innegable y sin duda ayuda a elevar los temas hasta cotas de genialidad que rozan el paroxismo.

JJ Marsh sigue siendo el hijo bastardo de Ritchie Blackmore y su guitarra hace estragos especialmente en “High Road” y en el casi épico “Last Mistake”, el cual tiene momentos de balada excelentes y momentos soul de lo más sentido. Sin embargo, Glenn sigue ofreciendo una buena dosis de rock sin concesiones en temas como el escurridizo “She Moves Ghostly” o el lento “Don’t Let Me Bleed” –el cual supera los siete minutos y medio de duración-.

En líneas generales, el disco es algo más relajado que “Songs In the Key Of Rock” y se echa de menos algún trallazo como “Gasoline”, pero sin embargo recuperamos a un Hughes mucho mas metido en su papel de vocalista tierno y melódico que en el de rockero capaz de soltar alaridos más-agudos-que-el-copón-bendito. En temas como “Let It Go” se puede notar un cierto bajón de nivel o al menos un oscurecimiento de los patrones generales del disco. Pero sigue habiendo piezas entrañablemente funk para hacerte mover los pies como el desenfadado “Dark Star” o composiciones a medio camino entre unos TEMPTATIONS rockeros y una banda de rock lanzada al soul menos purista, como “Isolation”.

Sin duda, uno de los discos del año que está a punto de empezar. Y por favor, que alguien envie “Soul Mover” a las radios comerciales y que pague para que tenga rotación, sino será un auténtico desperdicio.