Blackfoot: Sothern Native

Sorpresa monumental la de que Rickey Medlocke resucite a unos Blackfoot que de hecho ya seguían vivos. Parece ser que el nombre le pertenece, así que el resto puede buscarse la vida. El combo está muy vivo y demuestra que está un peldaño o dos por encima de bandas nuevas, pero también hay una cierta actualización de sonido que no sé si terminará de gustar a los más puristas.

Vaya… Inesperado. A estas alturas nadie imaginaba disco de Blackfoot… pero de haberlo, nunca hubiese llegado a adivinar que sería con Rickey Medlocke (ex de Blackfoot pero enfrascado con Lynyrd Skynyrd desde hace décadas). Pude ver hace algunos años a Blckfoot en el festival de blues de Cerdanyola y fue un sueño cumplido, a pesar de que tuvo más de nostálgico que de calidad el bolo. El caso es que Medlocke ha decidido contar con gente nueva, despachar a todos sus excompinches, ya agrupados en diferentes encarnaciones y con nombres alusivos al rock sureño. Él es productor y líder aquí, pero cuidado, no siempre participa en los conciertos de Blackfoot. Todo este negocio es bastante criticable y hasta muchos lo calificarían de timo, pero es imposible no darle la razón al gran Madlocke con este maravilloso “Southern Native”. Muchas décadas sin nada nuevo bajo el nombre de Blackfoot se ven ahora recompensadas con un disco realmente inspirado.

Fueron uno de los nombres propios del rock sureño y los jóvenes músicos de Jacksonville cumplen a las órdenes del jefe. Temas accesibles, potentes y directos pero sin el minutaje descaradamente a southern rock. No hay grandes devaneos de guitarra triple alargados hasta el infinito pero sí dejes, auto-homenajes y piezas tan preciosas como la instrumental “Diablo Loves Guitar”, con maracas y acústicas. Cierra el disco de la mejor forma posible. No busques grandes suites instrumentales ni jams espaciales pues aquí todo está enfocado hacia un público más actual y joven. Una jugada realmente buena por parte de un Medlocke que ya cuenta con 66 primaveras. “Need My Ride” suena a tren sin frenos. Puro feeling y mucha pegada con un estribillo de los que quedan. Los temas derivan entre los tres y cuatro minutos, y el que da título al disco se lleva la palma. “Southern Native” es completo como pocos y posee el estribillo del disco, contando con voces femeninas para el estribillo final. En general la producción del propio Madlocke hace que los temas suenen bastante más agresivos de lo que solían sonar en sus tiempos de gloria. “Everyman” tiene alma blues y consigue que la guitarra te llegue siendo otro de los grandes momentos del presente álbum. Típico tema en onda “Simple Man” de los Lynyrd.

Rickey demuestra estar en un estado vocal excepcional, tirando de clase en “Call of a Hero”. Sonando a estándar sureño pero con grandes detalles técnicos y con un gran Matt Anastasi a la batería. Las tres guitarras se notan en la comercial pero pegadiza “Take Me Home”, más cerca de Black Stone Cherry que de los Blackfoot clásicos. “Whiskey Train” hace honor al disco y se desmarca como uno de los claros singles, con batería usando un cencerro y un riff muy marcado que sirve en bandeja para que las tres guitarras arrasen y no hagan prisioneros. Si alguien tenía duda alguna duda de que estamos ante una banda de rock sureño, este es el tema que hay que escuchar. Buenas vibraciones para “Satisfied Man”, que cumple su papel con clase y feeling. “Ohio” es un medio tiempo suave que va ganando fuerza demostrando que todos los temas tienen suficiente calidad para dejar proscrito el relleno. Y despidiendo la crítica subrayar la fiesta sureña que es “Love this Town”, que va para himno del estilo. Juntamente con el tema que da título al disco lo mejor que han grabado en la presente obra. ¡Espectacular!

Sorpresa monumental la de que Rickey Medlocke resucite a unos Blackfoot que de hecho ya seguían vivos. Parece ser que el nombre le pertenece, así que el resto puede buscarse la vida. El combo está muy vivo y demuestra que está un peldaño o dos por encima de bandas nuevas, pero también hay una cierta actualización de sonido que no sé si terminará de gustar a los más puristas. Técnicamente el combo funciona de maravilla y el disco está repleto de buenos momentos, pero si le das muchas vueltas a la cabeza terminas por ver claro que de los Blackfoot originales poco queda. Eso no quita que puedas disfrutar el disco y que sueñes con que vengan a tu ciudad. De lo que sí te aviso es que dudo que el genial vocalista y guitarra venga con la banda a tocar en directo. ¡Parece como si Gene Simmons de Kiss le hubiese aconsejado!